De costumbre salgo por las noches a caminar, o lo hacia desde aquel día.
Una día de noviembre, para ser exactos un 2 de noviembre, conocido en mi país como "Día de los muertos". No soy muy creyente en cosas "del más allá" pero todo cambio cuando...
De costumbre, con mi familia, estaba celebrando este día, no suelo fumar pero ese día desde muy temprano se me apetecía, eran las 5:00 pm, yo aun en el cementerio observando como cada familia le lleva a su muerto flores y velas, así iba pasando el tiempo y yo me iba aburriendo, salí por un momento a comprarme el cigarrillo que tanto quería ese momento. El aire desde que salí del cementerio a la bodega lo sentía tenso, algo más pesado de lo normal, no le dí importancia, la bodega quedaba a 5 casa, no muy lejos, pero al caminar sentía que alguien me veía aun así no le daba importancia, llegué, al fin compre lo que quería, y fui de vuelta al cementerio.
A mi familia nunca le gustó verme fumar, puesto que soy menor de edad ya he tenido problemas por eso, entré al cementerio, estaba a la vista de todos, así que no me convenía, me fui a sentar en un banquito distante a todas las familias, ya estando solo con mi cigarro, empecé a pensar en todo lo sucedido, en cada tragedia en cada perdida que tuvimos recientemente, pues no es algo agradable ¿cierto?. de pronto al volver a la conciencia me doy cuenta que no compre encendedor, justo en ese momento se me acerca una bella dama, no muy joven pero tampoco pasada de edad.
A ella no le dio importancia mi edad, puesto que ella ya me lo había preguntado, aun así me ofreció fuego, no lo negué pues lo necesitaba o eso creía, comenzamos a charlar, pasamos ese rato hablando, me alegro el día para ser sincero, no sentía tanta alegría desde que empecé a ver los llantos de mi familia pero me dí cuenta de la hora ya eran las 7:00 pm, me despedí de la dulce dama y me fui con mi familia, de camino volví a sentir que alguien me observaba, volví a sentir un aire pesado, volité y allí estaba la bella dama con su familia me le iba acercar a ella y al notar en la foto del difunto era esa dama que me había acompañado esa tarde, toda la piel se me erizo, el miedo se apoderó de mi cuerpo, pero, estaba en publico tuve que disimular, la dama me sonrió y seguí mi camino a donde se encontraba mi familia, pensaba en contarle lo sucedido, cuando llegué abrace a mi mamá que estaba rota en llanto y no entendía la razón hasta que me vi en la foto de la tumba.