Yu-Yu Hakusho: Saga de la cinta negra.

El Ingenio de Kurama.

   —  Demonios, no tenemos que estar en silencio. Solo tenemos que evitar la palabra prohibida ¿No? Es facil.  — El grupo habia tomando asiento en diferentes sillas.  —Kurama, háblanos de esta basura. ¿Que clase de alimaña es?

   —  Yu Kaito, compañero de la escuela. Siempre ha sido el centro de atención debido a su alto coeficiente intelectual. Ademas en la escuela Meiou es considerado como un genio...

   — ¿Ah si?  Ni sabia que existía...  — Agrego Akari.

   — En cierto sentido tu también debes estar orgulloso.  —  Interrumpió Kaito.   —  Yo nunca eh tenido las mejores calificaciones en los exámenes. 

   — Pero eres mejor en materias como Japones e Historia, supe que publicaste una tesis filosófica y has publicado libros sobre critica literaria. Podríamos decir que eres un especialista en lenguaje.  

   — Jum... Entonces eres como un escritor genio. ¡Ningún hombre es lo que parece! 

— Muchas gracias. 

— Ademas eres un engreído.

— Concuerdo con Kuwabara...  —  Agrego la rubia. 

  —  ¿Crees que usaremos la palabra prohibida por el hecho de encontrarnos en esta situación?  — Se seco el sudor.  —  Por cierto, aquí esta muy húmedo. 

   — Es que me gusta la vegetación tropical. La temperatura del cuarto es de 27°C y la humedad esta en 80%  Esto debe ser muy dificil para quien no esta acostumbrado. Si tienen sed ahi hay bebidas  — Dijo señalando con la mirada una heladera que se encontraba contra la pared. Kuwabara se levanto enojado.

   —  Oye Kaito ¿No son bebidas con cosas raras, verdad? Deberías probarlas tu primero.

— Ja, no se me había ocurrido.  Es buena Idea. Fíjate que eres muuy listo. 

   — ¡Maldito! No te burles de mi.  

   — Oye espera un momento.  — Interrumpio Botan.  — Yo las traeré.  — Fue hasta la heladera  —  Kuwabara ¿Quieres un poco de jugo de naranja? 

— Si, busca lentes de sol, también de seguro pondrá un sol aquí.  —  Y en ese momento la misma luz que había envuelto a Hiei, lo envolvió a Kuwabara arrebatandole el alma. 

   — Cayo la segunda victima.  

— ¡NO! ¿Por que?

— ¡Esto no es posible! ¡nunca dijo la palabra caliente!  —  Kurama y Akari se voltearon a ver a Botan que había pronunciado la palabra prohibida teniendo el mismo fin que sus amigos. 

   — Que tonta...  — Suspiro la rubia. 

—  Tercera victima, nunca pensé que fuera tan fácil.  No me dije porque no me lo preguntaron, pero en mi territorio hay una regla muy estricta no pueden decir las silabas que formen esta palabra aunque sea separada y que pertenezca a otras palabras. No tiene sentido, ni intención alguna, simplemente es una regla. 

   — Me doy cuenta.  

   — Que bellas son las almas, me gusta mucho el color de la chica el alma es lo único que no podemos fortalecer con entrenamiento, es tan bella pero tan frágil. Es mas si la sostienes con mas fuerzas, se puede romper en mil pedazos.  Tal vez... debería rasparlas un poco para ver que sucede. Solo un poco....

   — Inténtalo.  Te advierto que en mi territorio eso esta prohibido, si lo haces, te por seguro Kaito, que te matare con mis propias manos.