When I met you (JB)

Capitulo 2

Después de aquel horroroso momento Amanda sentía como su cuerpo pesaba más, todo le dolía..ya no valía la pena seguir después de esto, ese maldito chico se las pagaría. Sea como sea, pero en estos momentos no quería ni levantarse.

-Yo si fuera tú, me iría antes de que alguien más quiera tomarte. - El chico enciende otro cigarro mientras miraba el farol que estaba próximo a apagarse-.

-Cállate. -Susurra llena de odio, pero había cometido un grave error al decir eso, se levanta con las pocas fuerzas que tiene y acomoda su vestido quejándose de dolor cuando comienza a caminar. -

- ¿Que? -Se da la vuelta furioso para después empujarla nuevamente contra la pared; realmente había cavado su propia tumba con el chico. -

- ¡Ya basta! ¡No puedo más! -Grita llena de dolor y siente como un líquido baja por sus piernas. -

- ¿Y crees que eso a mí me importa? Te pasa por no cerrar la puta boca de una buena vez. -Saca su móvil. -

- ¡Ya déjame de una vez! ¡Ya obtuviste lo que querías! -Nuevamente grita sólo que esta vez con las pocas fuerzas que tiene y llora muy asustada mientras que el chico le da una bofetada, guarda su móvil y unos hombres aparecen detrás de él. -

-Si quieres gritar y sufrir, voy a enseñarte lo que es eso. -Da media vuelta. - Llévensela.

Se queja ante la bofetada, pero lo empuja con las pocas fuerzas que le quedan antes de que los hombres se le echen encima corre lo más rápido que puede mientras que el chico camina hasta un coche, podría decirse que era su última víctima, el lugar donde guardaban a las chicas estaba lleno, no había lugar por el que ella escapara, no había conocido una chica tan estúpida, necia y sin nada en la cabeza como esta. Pero después de unos días él se daría cuenta de lo equivocado que estaba al pensar aquello.

Amanda corre lo mejor que puede aunque su entrepierna dolía demasiado ya no importaba, su vida estaba en riesgo y él había hecho lo que quería con ella, pero ya no podía permitir más abuso.

Cuando atrapan a la chica, el chófer conduce hasta las afueras, donde se encontraba una especie de psiquiátrico abandonado, donde estaba lleno de chicas que utilizaban para complacer hombres necesitados o simplemente para venderlas, pero no para cualquier hombre, eran más que nada para hombres con dinero y prestigio.

-Por favor, déjenme. -Dice ella mientras intenta soltarse, solloza y ve como sus piernas tenían sangre- ¡Se los pido! -El chico le hace una seña a sus hombres y estos asienten mientras uno toma la cinta para ponerla en la boca de ella para evitar que hablara, otro de los hombres la sostiene con fuerza para atar sus manos con una soga. -

Al llegar, aquel hombre misterioso ordena que lleven a la chica a una habitación individual; mientras que el se iba a otra, donde prepararían a una de sus chicas favoritas.

-Llevan a Amanda a una habitación, le quitan la soga y la cinta para después salir y cerrar la puerta con llave pero ella se resiste y golpea la puerta con fuerza.- ¡Déjenme salir! -Grita.-

-¿Qué hacemos con la nueva? -Pregunta uno de los hombres mientras mira fijamente al chico.-

-Déjenla allí, sin comer, ni nada por dos días; no quiero que nadie entre a su habitación hasta que yo lo ordene.-Dice el totalmente serio mientras camina hacia su habitación-

-Sí señor.

-¡Ábranme! ¡Quiero irme! -Grita Amanda lo más fuerte que puede comenzando a patear la puerta lo más fuerte que puede en cuanto la sueltan pero ya cansada recarga la espalda en la puerta para comenzar a deslizarse por esta hasta llegar al suelo-