Why Not?

I

Es tiempo de comenzar el ultimo año de preparatoria, mis ideas y prioridades siempre han sido organizadas, mis padres hace tiempo que ya se habían separado, sinceramente nunca he sido una chica que ha resaltado, no era ni delgada ni llenita, tengo estatura promedio y mis gustos son variados en todos los aspectos a excepción de algo que siempre me ha hecho diferente, no me gustan ni las chicas ni los chicos.
Me puse mi uniforme, una camisa blanca de manga larga, una falda negra, un pequeño chaleco azul y las típicas calcetas negras con zapatos. Baje a tomarme el jugo que mi madre dejaba siempre en la mesa y salí para reunirme en la estación de autobuses con mis amigos Alen, Keny y Emma.

-Hey!-grité a lo lejos-.

Todos voltearon a verme, nos sonreímos mutuamente y extendieron una mano para saludar a lo lejos.

-Hola Alisa, ¿Qué tal tus vacaciones?-preguntó entusiasmado Alen-.

-Bien, ¿Qué tal las de ustedes? ¿Divertido?-respondí y a la vez preguntando a todos.

-Un tanto aburrido, no hay mucho que hacer en verano, el calor es horrible y no hay muchos lugares para salir en este pueblo-respondió Emma.

-Lo que pasa es que tu necesitas un novio o algo así Emma-alego Keny y comenzamos a reír-.

El autobús llego, tomamos asiento en la parte trasera y seguimos con la conversación.

-¿Un novio? Esas cosas solo distraen mis planes, ¿O tu que opinas Alisa?

Miré a todos muy interesados en saber mi respuesta ya que nunca les he dicho nada sobre mi asexualidad.

-B-Bueno, no lo sé, nunca me ha gustado alguien ni he tenido interés, perdón.

Se formo un silencio entre los 4.

-Creo que lo que a Alisa le falta es dejar de lado los libros y comenzar a crear una vida amorosa-Insistió Keny-.

-No es eso, a veces pienso que me gustaría saber que se siente que me rechacen o sentir eso a lo que todos llaman friendzone, pero no siento nada-respondí-.

-Creo que alguien llegará, Alisa, y desearas no haber querido saber que se siente-Dijo Alen en tono serio-Bien, ya estamos por llegar.

Bajamos del autobús en un silencio incomodo.

-Ah, de vuelta la rutina ¿Eh? vamos a ver el horario.

Ahg, mi primera hora era ciencia, por suerte me toco en la misma clase que Alen.

-Bueno Alen, creo que debemos irnos a clase, estamos apenas con tiempo, Keny, Emma, nos vemos en el descanso, suerte.

Llegamos al aula de ciencia, nuevamente esa aula oscura con mesas largas de metal y sillas de fierro. Tomamos asiento en medio del salón en una mesa para dos. Apenas había sacado mis cosas entro una chica de aspecto peculiar, era un poco más alta que yo, tenia el cabello un tanto corto que le tapaba su frente pero con una pequeña linea que dejaba al descubierto su piel, usaba un hoddie rojo y pantalones negros, se veía muy...linda? Mientras caminaba para sentarse un asiento de tras mio me miro de reojo y sonrió coquetamente.

Le dí un pequeño golpe en el hombro a Alen.

-Hey, viste lo que acaba de pasar-le susurre discretamente-está chica que está de tras me sonrió-.

-Oh por dios Alisa, no te tomes tan en serio lo que te dijo Keny-dijo sarcasticamente-.

-No, en serio te juró que así fue.

De repente sentí a alguien pararse justo al lado mio. Era ella.

-Hola-dijo en tono dulce-.

-H-hola-tartamudee.

-Mi nombre es Jam, bueno, solo venia a preguntarles si saben si el maestro tardará mucho, necesito ir a entregar unos papeles a la dirección.

-A-am, pues-Me interrumpió Alen-.

-Aún quedan unos cuantos minutos, Alisa puede acompañarte, te enseña el camino y sirve que no tardan mucho.

-En serio?-volteo a verme-Gracias em, Alisa ¿vamos?

Me paré nerviosa de mi asiento incluso su voz era demasiado rara, diferente, su piel de cerca se veia cuidada, muy linda, salió de la oficina y seguimos nuestro camino a clase.

-Está muy solo aquí ¿No crees? Creo que todos se fueron ya a clase.

Se detuvo a mirar la vitrina de trofeos.

-No eres de muchas palabras Alisa, ¿Te sucede algo?-Preguntó mirándome fijamente-.

-En realidad creo que eres muy amigable, creí que hace rato cuando entraste y me sonreíste fue porque coqueteabas o algo así, jaja-respondí nerviosa-.

-Ay no pequeña, si yo hubiese querido coquetear...

Acercó lentamente su cabeza hacía mi, tomo mi rostro con ambas manos y puso sus labios a una distancia de al menos un centímetro de los míos.

-Hubiese hecho esto-susurro-.

Soltó mi rostro y se dirigió al salón de ciencia.