PRÓLOGO

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Nunca pensé que esto iba a ser así, este no puede ser el momento de mi muerte, soy demasiado joven.

Intento moverme pero no puedo. Solo puedo sentir, sentir el suelo duro y frío, y sentir aquel dolor intenso en el pecho.

Miro hacia abajo rindiéndome a la quietud de mi cuerpo, y veo el cielo lleno de nubes de polvo y balas lloviendo por todas partes.

Nadie parece percatarse de que sigo ahí. Oigo pasos y disparos atronadores. A mi lado, todo el mundo está demasiado ocupado para darse cuenta de que no estoy muerto. Aún.

Los pasos empiezan a tener un compás, un compás rápido y alterado que se escucha cada vez más cerca. Creo que puedo distinguirlos. Es mi querido hermano Ludwig.

¿Qué demonios hace allí? Quiero gritarle y decirle que se vaya, pero no tengo fuerzas suficientes.

De repente, una fuerza externa me levanta de aquel suelo teñido de rojo, para llevarme a lo que supongo que será la trinchera.

Mientras aún sigo en sus brazos puedo apreciar un fragmento de cielo, color azul celeste, libre de todas las impurezas, sangre y humo de la batalla que se estaba librando en aquel territorio. Aquel fragmento de cielo en un lugar como aquel, posiblemente fuese una de las vistas más hermosas que he tenido la suerte de presenciar.

Luz y sombrasWhere stories live. Discover now