Mujer sentada

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Marta Braier

Pero se que debo hablar de esa puerta,
En un hotel para turistas de la calle Cangallo.

Recuerdo con nitidez un finísimo rayo de sol
Y las partículas de aire jugando con la luz.
(Ah, el sencillo fulgor de una habitación en penumbra)

Estoy sentada sobre un sucio cobertor.

El conserje me entrego la llave de la diecinueve
Y miro con cara de nada
Cuando le hable de tiempo de sosiego.

Cerro la puerta y me dejo queriendo comprender.

(Los mosaicos hacían muecas en su geometria)

Poco importaba si por la calle pasaba un hombre,
Si hay una fabrica, un frigorífico o muchos árboles.
Pero, el aire ¿entra por los pulmones,
Sale o permanece?

¿que hago, que hago aqui
En un cuadrado sórdido y ajeno?
Ajeno, sórdido. Agujero del mundo, digo.

Sentada sobre un sucio cobertor.

MEMORIASWhere stories live. Discover now