Impulso.

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John Seo puede sentir su rostro entibiarse cada vez que recuerda a Moon Taeil, lo sorprendió demasiado, se sintió indefenso en aquel pasillo, totalmente entregado a que Taeil hiciera lo que quisiera, no es que le desagrade la idea, pero no puede quitar esa segunda impresión, Taeil no dudó ni un segundo en mirarlo, en sonreirle, se lo imaginaba tímido y capaz algo reservado, pero si él está así por un simple gesto no quiere imaginar como se pondrá si Taeil se acerca y le habla o lo toque, ya tiene dado por sentado que Taeil le provoca más de lo imaginado.

Desde aquel incidente Johnny decidió ser más precavido, todavía no se animaba a hablarle, de solo pensarlo su corazón lo torturaba, así que para evitar cualquier situación embarazosa prefiere estar a la distancia, en esta ocasión vuelve a encontrarse entre los estantes de la biblioteca, no con intenciones de ver a Taeil, porque el horario no coincide con las otras veces en que lo vio leyendo, las 10:20 marca uno de los relojes posado en la recepción.

Taeil sonríe al ver a John Seo buscar entre los estantes, le recorre cierto encanto seguir sus movimientos, como debe acuclillarse si quiere ver los títulos de abajo, los suspiros que escapan de su boca y ver como busca con su mirada la entrada de la biblioteca, esperando que alguien cruce la puerta, y él siente un poco de esperanza al pensar que espera verlo.

Inhala y sonríe, sabe que puede hacerlo.

Camina y la luz calida del sol le llega dándole el impulso a sus pasos.

Se arrima al estante y empieza pasar los dedos por el dorso de los libros, fingiendo interés en estos, su cuerpo se desliza suavemente hacia Johnny, listo para que ambos brazos choquen, listo para verlo directamente a los ojos, y sus manos se conectan, y ambos se sorprenden, y parece que el silencio junto con el movimiento danzarín del polvillo descubierto por los rayos del sol los decoran. 

Luciérnaga. JohnilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora