Un joven cometió un asalto, asesinando a una de sus víctimas. La policía lo detuvo y fue condenado a 5 años de prisión. Grande fue el dolor para sus padres al enterarse de lo que había ocurrido a su hijo.
Los años pasaron y pocos días antes de cumplir su condena, escribió está carta a sus padres:
"Querido papá, querida mamá: dentro de poco me darán la libertad y me gustaría volver a casa y vivir con ustedes. Se lo mucho que han sufrido por mí culpa y lo siento. Lloré muchas noches en prisión lamentando lo que hice y el dolor que les causé. Han pasado cinco años y ahora seré libre. Si me han perdonado y quieren recibirme de nuevo, les pido que coloquen un pañuelo blanco en el árbol que está fuera de la casa. Si lo encuentro, sabré que ustedes me aceptan nuevamente, pero si no, entenderé sus razones. Los quiero".
Cuando el joven iba acercándose a su casa, comenzó a ponerse muy nervioso, tanto que pidió a un hombre que iba junto a él, que se fijara si en el árbol se encontraba colgado un pañuelo blanco. El hombre se fijó y muy sorprendido le dijo: ¡No hay un pañuelo blanco!, quedándose unos segundos en silencio. El joven se turbó profundamente, pensando que sus padres no lo habían perdonado. Pero el hombre continuó y le dijo: ¡No hay un pañuelo blanco, hay cientos de pañuelos blancos!".
David ríos.
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Historias Cortas. De David ríos.
RandomHistorias Cortas, que se tratan de amor, amistad y etc.