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Domingo

Seol corría bajo la fría lluvia, evitando cualquier charco para no hacer un desastre en su ropa, más de lo que ya estaba.

Era la única persona en la acera, se notaba el domingo. Como también se notaba en la presión que sentía que faltaba una semana para el show.

Aceleró sus cansadas piernas en los últimos metros que quedaban para llegar y entró con la misma prisa, pasando de largo la sala de ensayos e ir directo al baño.

Afortunadamente en su bolso había ropa limpia ya que se iría a pasar la noche a la casa de TaeYong.

El sonido de la puerta se sintió, mas no le dio mucha importancia y se colocó finalmente la camiseta para salir del cubículo.

Alzó la mirada para mirar a JinSu a través del espejo. Se detuvo en seco, dejando caer el bolso al suelo.

Sus miradas se encontraron y simplemente se abrazaron, sin necesidad de decir nada.


(...)

-Otra vez- repitió el profesor con la mirada fija en los dos.

Como robots en automático, la rutina fue reproducida a la perfección técnicamente. Finalizado los 2 minutos de canción, el hombre se acercó y volvió la misma al minuto donde habían unos pasos claves.

Ten recostado en el suelo mientras Seol se aproximaba a su rostro, él acariciaba su mejilla y ella su abdomen.

Los mismos segundos fueron repetidos una y otra vez pero aún el hombre no se veía conforme.

-SunKyu, Mark, háganlo- ordenó a una de las parejas. Claramente en ellos había otra energía, una conexión la cual se transmitía en cada momento, en cada movimiento, caricias y sonrisas. Lo hacían ver tan simple y agradable de ver.

El profesor dirigió la mirada a los Ten y Seol luego de agradecerles a los chicos. -¿Que sintieron?-

Al no sentir respuesta de ninguno, repitió la pregunta.

-Algo bonito- murmuró la chica con la mirada en el suelo.

-Se veían felices y... disfrutaban su compañía- dijo un poco más confiado pero tímido Ten.

El hombre asintió con la cabeza. -¿Y por qué en ustedes es diferente? No se miran a los ojos-

Se acercó y posicionó a los chicos uno frente a otro, con pocos centímetros de separación. Seol quiso dar un paso atrás pero no pudo ya que la mano de él en su espalda le impedía.

 -Quiero que se miren a los ojos- dijo alejándose de ellos lentamente. Ten tomó fuerzas y dirigió los suyos a los de ella. Por primera vez, después de tanto tiempo, se encontraron sus miradas.

-Dicen que los ojos son el espejo del alma, Ten, dime que ves en su alma-

El chico dejó salir una pequeña sonrisa ladina. -Un alma pura, con mucho amor, juguetona y siempre dispuesta a hacer feliz a los demás. Un alma generosa como insegura y frágil. Realmente hermosa- el rojo en las mejillas de Ten aumentaba en cuanto pronunciaba cada palabra.

-Bien, ahora Seol, dime que ves en su alma-

La chica soltó un pesado suspiro. -Un alma mentirosa, traicionera y falsa- comenzó escupiendo sus palabras mas sentía que aquel caparazón en su corazón se iba rompiendo de a poco. -Pero compañera, gentil, chistosa y cariñosa. Un alma sensible y fuerte, con mucho amor- se notaban sus ojos cristalinos.

-Ten, ¿que es lo que más te gusta de Seol?-

Antes de que el chico pudiera responder, las lágrimas finalmente cayeron en las mejillas de ella.

-Lo siento- dijo antes de huir de allí.


(...)

TaeYong se levantó de la silla para llevar los residuos de comida, dejando a Seol sola en la terraza, iluminada por luces cálidas en el techo y un lindo silencio.

La luna se veía llena y las estrellas parecían brillar más que otros noches.

Cerró sus ojos y poco a poco el sueño fue adueñándose de ella.

Minutos después una manta cubrió su cuerpo y una voz comenzó a hablar a su lado.

-¿Sabes que es lo que me gusta de ti? Todo. Tu sonrisa, tu rostro, tu cabello, tu personalidad, los pequeños gestos, tus manos me parecen la cosa más delicada y linda del planeta- tomó una de sus manos y depositó un beso sobre ella. -cuando te ríes de mi o conmigo, cuando te enojas porque soy un completo idiota, cuando somos unos tontos sueltos por la ciudad- soltó una risita y continuó.  -cocinar juntos era de mis cosas favoritas, como acostarnos justo aquí en el suelo a mirar el cielo a la noche . Creí que debería decirte todo esto por eso le pregunté a Tae si podía venir, y aquí estoy. Siento ser un cobarde, solo espero que me perdones algún día.-

Ten se levanto y se retiró de allí, pensando que la chica se encontraba dormida y que sus palabras no habían sido recibidas, mas la sonrisa en el rostro de ella decía lo contrario.



Love Scenario; Ten/Chittaphon LeechaiyapornkulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora