Ángel en la oscuridad.

Bueno, este es mi primer One Shot, espero que les guste. Sólo imaginación que surge de repente me ayuda a escribir algunas cosas.

Era de noche, ella caminaba sin parar en ningún minuto para llegar a casa. El autobús no había parado luego de estar más de veinte minutos esperándolo por lo que decidió seguir su camino a casa, de todas maneras, sólo vivía a 10 cuadras del paradero; lo único malo de todo es que eran pasadas las diez de la noche y era un barrio peligroso.

Como pudo, agarró su mochila firmemente y se colocó mejor los lentes. Tenía 16 años y no tenía teléfono, por lo que no podía llamar a sus padres para que la fueran a buscar. Tenía miedo, sentía de vez en cuando cierto ruido por detrás de ella, cuando este sonido empezó a ser más sonoro y más cercano, apuró tanto el paso que tropezó y su mochila cayó, cayéndosele también sus lentes.

Alguien tocó su espalda y la pequeña pelirroja miró temerosa hacia atrás y pegó un pequeño grito. El hombre que estaba a su lado era un compañero de escuela, el que le gustaba hace años, el que era uno de los más desordenados de su curso y el que jamás la tomaría en cuenta porque era popular.

-Disculpa si te asusté-susurró él. -¿dónde vas tan apurada?

La chica no sabía qué responder, recogió sus lentes puesto que aún no los levantaba, se los colocó y recogió su mochila. Su siguiente paso fue seguir caminando en dirección a su casa. El chico la siguió y gritó su nombre. "Florencia". Ni ella misma sabía cómo éste sabía su nombre, se hizo la sorda y siguió su camino.

Quedaba una cuadra y ella ya no escuchaba más los pasos del hombre de sus sueños. Cuando estaba sacando las llaves de su hogar, de un arbusto de la casa de su vecino, apareció Ignacio, el chico que iluminaba sus noches. Florencia lo miró sorprendida y sus manos temblaban cada vez que Ignacio se acercaba a ella, procuró seguir buscando las llaves y cuando encontró la correcta, se acercó a la puerta sin darse cuenta que Ignacio ya no estaba ahí, o tal vez, estaba escondido.

Entró a su casa, miró a su alrededor, la televisión del living estaba prendida pero su padre estaba durmiendo en el sillón por lo que no se dio cuenta de su entrada. Ella subió a su habitación y cerró la puerta, miró su escritorio y encima de éste había un papel que decía: "Te amo". Florencia miró extrañada a su alrededor, no sabía quién le había colocado el papel ahí, siguió mirando el papel y en letra pequeña decía: "No creas que fui un psicópata por seguirte y entrar a tu habitación así como así, sólo quería ver tu cara una vez más antes de morir. Ignacio".

La pequeña carta cayó de las manos de Florencia debido a los nervios. Abrió su laptop, miró las noticias y el único chico al que había amado durante sus años de escuela, se había asesinado porque la chica que siempre amó... nunca lo tomó en cuenta. Esa chica, era Florencia. Todo lo que había visto en el camino, era su ángel cuidándola desde el cielo...