Ando solo en la deriva de lo infinito, acompañado solo por una inmensa oscuridad que se envuelve a mi alrededor y me atrapa para dejarme al frente del abismo de una locura inherente a mi ser, inherente a mi alma, que hace parte ya de mi esencia y no me deja avanzar.
Camino hacia mi destino como lo haría cualquier ser, doy vuelta y miro mi pasado, reconozco la incapacidad de mi voluntad para recordar, para recordar esos supuestos buenos momentos, buenas experiencias y doy vueltas en los recuerdos que me atormentan, que no me dejan continuar, los que se adhieren a mi como parásitos que chupan toda la felicidad que en algún momento tuve.
¡Que estúpido soy!, me he dado cuenta que dentro del mundo que he creado en mi interior sigo creyendo que alguien se interesa por mí, sigo esperando ese faro en las tinieblas que me rescate de este naufragio, y no les voy a mentir, sigo necesitando un alma a mi lado, un alma para acariciar, un alma en la que pueda sentir calor vivo, calor que hace ya tanto no siento. Sin embargo es muy tarde, ya no hay nada ni nadie que me salve del monstruo que tengo en el interior.
Y estoy aquí, sentado en esta silla, preparado para morir y solo sintiendo una profunda soledad, una soledad que se cuela en mis huesos y se posa en mi espina, un sentimiento irreparable...curiosamente siento frio, una oscuridad muy densa me niebla la vista y lo ultimo que puedo pensar es:- es tarde, muy tarde-.
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Cuentos de tu miseria
RandomMira a tu alrededor, mírate a ti, mírate en tu interior, reconoce los vacios de tu alma y date cuenta de los problemas de la humanidad resumidos en un llanto, en un grito, en un lamento, en las palabras de un niño con hambre... ¿qué estamos haciend...
