DESPERTAR

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Acabo de abrir los ojos después de un largo sueño, del cual solo recuerdo haberlo tenido. Veo que las ventanas están cerradas y que todo estaría completamente a oscuras, si no fuese por una pequeña lámpara en el suelo. Estoy en un sitio parecido a una habitación de hospital. Cuando me decido a levantarme de la cama, tengo una sensación de deja vú, lo cual es bastante extraño, teniendo en cuenta que me siento como si estuviera en un estado amnésico. No recuerdo ni tan siquiera mi nombre. Intento encender la luz apretando el interruptor, pero sorprendentemente no funciona. Y digo sorprendentemente porque la pequeña lámpara está conectada a la toma de corriente. Intento abrir las ventanas, pero al parecer están atascadas desde fuera.

Pese a tener las piernas adormecidas por estar tanto rato tumbado, consigo salir de la habitación. Distingo un largo pasillo con una infinidad de puertas, cada una acompañada de una pequeña lámpara igual a la que había en mi habitación. Entro en una de las puertas, después de un leve forcejeo con la manilla. Hay una persona durmiendo en una cama, conectado a una máquina que está a la derecha de ésta. No tengo ni idea de para qué servirá. Al lado izquierdo de la cama hay una mesita y sobre ella, un espejo. Miro mi reflejo y... Oh, no... La persona que está durmiendo encima de la cama es igual a mí. No sé qué significa esto, pero estoy asustado. Salgo de la habitación y voy a examinar las demás. Todas las habitaciones contienen lo mismo, pero hay algunas en las que "yo" (o en su defecto, la persona que se parece tanto a mí), no respiro.

Ya he examinado la última habitación. Creo que estoy paranoico. Cada vez tengo más miedo. No sé qué hacer. Salgo de la última habitación, miro hacia ambos lados y veo dos puertas, de las cuales antes no me había percatado. La de la izquierda es de color azul. La de la derecha es roja y tiene gravado el número 237. Me decido a abrir la puerta azul, ya que la otra puerta me da mala espina. Entro en la habitación y no consigo distinguir nada. Solo una inmensa oscuridad. Me giro para salir de la habitación, pero ahora la puerta está cerrada y me encuentro sumido en la oscuridad de la habitación.

Después de un buen rato tratando de salir de la habitación, decido rendirme. Sé que nunca conseguiré salir, y considero que es mejor asumirlo antes que seguir gastando energías inútilmente.

Me propongo intentar dormir tumbado en la habitación, pero al cabo de un rato noto un resplandor en mi cara. Acto seguido, algo me golpea en la cabeza y pierdo el conocimiento.

Acabo de abrir los ojos después de un largo sueño del cual solo recuerdo haberlo tenido...

DESPERTARWhere stories live. Discover now