Era una playa tranquila, con arena blanca, el mar estaba cristalino y muy tranquilo, al rededor del mal en la orilla se podían encontrar piedras un poco grandes, cerca de la orilla podemos ver una pequeña casita, algo abandonada, solo tenía la fachada ósea Paredes, techo y un pequeño lugar donde iban a colocar la puerta, en esa pequeña casita vivía una linda muchacha blanquita trigeñita, su cabello era largo y castaño, todas las mañanas se levantaba temprano para admirar un rato los movimientos del océano y ver las personas pasar, pero estaba más interesada en una, un muchacho al igual que ella blanquito trigueño, él siempre pasaba por qué él trabajaba al otro lado de la playa, todas las mañanas se saludaban aunque nunca hablaban, un día ella tuvo que salir temprano de su casa a buscar un nuevo trabajo; el anterior la despidieron por estar siempre en las nubes y tarareando canciones todo el día y fue a un pequeño pueblito que estaba cerca de la playa, fue buscando toda la mañana un lugar o un local donde la quisieran contratar pero no conseguía nada pues,su antigua jefa se encargó de decirles a todos por qué no debían contratarla, acto que no era muy difícil por qué al ser un pueblo pequeño había poca gente, estaba a punto de que se rendía hasta que recordó el pequeño colegio donde ella estudiaba, aunque no iba con mucho entusiasmo por qué se imaginaba que ellos también sabían cómo era ella según los rumores de su antigua jefa, cuando llegó vio que ya no era lo que recordaba, era un colegio pequeño, estaba pintado de blanco con los bordes de sus puertas y ventanas de azul, la puerta era de madera y era más grande de lo que ella recordaba, en la puerta se encontraba una dulce viejita que estaba trabajando de portera en ese pequeño establecimiento, la chica apenada se le acerca y le pregunta a la anciana si la podía dejar pasar a lo que está le contesta que sí, su voz era dulce y temblorosa(claro era una viejita) pero transmitía mucho cariño, al entrar vio como los niños corrían y saltaban a todos lados a la izquierda se podía ver un parquecito donde habían varias maestras atentas a que no se fueran a lastimas, a la derecha había una pequeña zona de lectura y podíamos ver una maestra contándole historias de fantasías a los niños que se encontraban interesados pero en el fondo había un niño que se encontraba solo, estaba sentado en un muro viendo como todos sus compañeros jugaban use divertían a diferencia de él que se veía muy triste, ella al verlo se acercó a él se sentó a su lado y le pregunto que si habiendo tantos niños con los que él podía jugar el estaba solo y él levantó la cabeza y vio a la muchacha y le respondía que no le gustaba estar con ninguno de esos niños por qué todos se reían de el por qué a comparación con los otros niños él nunca veía a sus padres y solo tenía a su hermano mayor, y aún así se sentía solo por qué él se la pasaba trabajando y si no estaba siempre con sus amigos, la chica lo miro, y se sintió triste a ver que ese pequeño niño se sentía tan solo como ella, se bajó del muro y le pregunto que si quería jugar con ella, lo que El Niño entusiasmado respondió que sí se bajó del muro con ayuda de la joven y lo que siguió a que fueran al parquecito a jugar en el sube y baja, en el columpio y después intentaron jugar con la pelota, que llamó la atención de muchos de los niños y que se querían unir a ellos y el joven niño se los permitió, la muchacha ya cansada de tanto jugar recordó a lo que había ido a ese sitio y se dirigió a la oficina de la directora que quedaba en un 2do piso de 3 que habían, toco la puerta esperando respuesta alguna, pero al notar que nadie respondía la volvió a tocar con un poco más de fuerza a lo que tampoco le llego respuesta, bajo las escaleras desmotivada al no poder lograr hablar con la representante del plantel, una de las maestras la ve y le pregunta que, qué le había pasado y ella le contesto que estaba buscando a la directora, la maestra se empezó a reír y se disculpó por eso y le mencionó que la directora fue la primera persona con la que ella habló y le señaló la puerta, la joven sin poder creer lo que escuchaba se dirigió a la puerta y se acercó a la dulce viejita y ella le pregunta si pudo conseguir lo que estaba buscando y la joven le respondió que sí que ella quería hablar con ella para pedirle un trabajo, el que sea, lo cual la señora mayor se quedó pensando y le respondió que sí, que ella podía ayudar a las maestras con los niños a la hora del recreo que ella vio lo que logró con el joven que estaba apartado del resto y que le pareció buena idea que ella se pudiera encargar de eso, la muchacha entusiasmada le responde que cuando empieza, la viejita le contesta que mañana mismo, la joven muy entusiasmada va tarareando canciones por todo el pueblo llena de felicidad, cuando llegó a su casa, decidió ir a nadar un rato, ya estando en el agua ve al chico pasar; se regresaba a su casa el ve a la casa de la joven y no la ve y sigue caminado como entristecido, ella al darse cuenta de esto, quería salir corriendo detrás de él, pero se preguntó así misma que le iba a decir al joven cuando lo tuviera al frente, al no saber qué decirle prefirió dejarlo seguir y ella quedarse en el agua.
Al día siguiente se despierta igual de temprano y se prepara para irse a su nuevo trabajo en el colegio, espera unos minutos antes de irse, para ver si ve pasar al joven, lo cual no pasó, ella decepcionada se va al instituto y al llegar ve al niño otra vez en el muro estaba solo nuevamente, ella se le acerca y le pregunta que qué pasó con sus nuevos amigos y él le responde que no quería hablar con nadie y ella preocupada le pregunta el por qué, el le contesta que por qué su hermano no regresó ayer a su casa y hoy se tuvo que ir solo al colegio.