pongan la canción cuando yo les diga
Jimin lloraba sentado en una banca del parque, sosteniendo un ramo de flores mojado y hecho pedazos. Si no fuera poco su corazón se encontraba roto por la persona que amó toda su vida, no estaba bien en ningún sentido y sus ojos estaban rojos de tanto llorar. Era de noche pero no tanto para que las personas no dejaran de transitar y ver al pobre chico llorando con un ramo de rosas maltratadas con una idea en sus cabezas de lo que podría haber pasado. Jimin no quería toda su atención, no le gustaba, pero no tenía las fuerzas para levantarse e irse, ni siquiera las tenía para hablar.
No entendía el por qué la vida se encargó de que el amor jamás sea correspondido, estaba maldito. ¿Maldito? ¿Acaso ahora creía en la magia? Claro que no, pero eso es en lo que había estado pensando toda su vida desde que las cuatro primeras chicas que le gustaron lo rechazaron, dos de ellos de buena manera mientras que las otras solo se encargaron de humillarlo con sus sentimientos. Estaba cansando, lastimado y sufriendo cruelmente al no ser amado, al no ser correspondido con el mismo amor que él daba. ¿Estaría solo toda su vida?
—Hay cosas que tal vez solo son deseos desperdiciados, pero.. —susurra hacia la luna, apretando el ramo entre sus manos y lágrimas a punto de salir de sus ojos— ¡Déjame amar completamente esta vez!
Suplicó hacia la luna con voz firme y esperando que al menos en ese momento en el que creyó en la magia, pudiera cumplirse, esperaba con toda su alma que la luna haya escuchado sus súplicas.
Con sus ojos rojos y cuerpo pesado partió hacia su casa, dormiría hasta tarde para remediar lo que esa chica le había hecho a su ya frágil corazón. O al menos lo intentaría con algo de esfuerzo y mañana iría a comer algo al local de Taehyung y llenar su vacío con un buen café y una rebanada de tarta de arándanos.
* * *
Podía sentir su cama más cálida de lo normal y una leve inclinación hacia su derecha, como si alguien estuviera sentado a un lado suyo. Rió aún medio dormido y negó, tapando su rostro con la blanca sábana y soltando un pequeño ronquido para seguir durmiendo. Pero otra vez su ceño se frunció al escuchar una risa silenciosa y serena, como si fuera la más bella música y un profundo aroma a flores y frutos llenó toda la habitación. No entendía qué pasaba, apenas su cuerpo se podía mover era como si fuera llevado hacia atrás cada vez que quería levantarse; sintiendo su cuerpo más liviano ya fue abriendo los ojos lentamente para que la luz no lo dañara.
En ese momento las palabras quedaron atascadas en su garganta, sus parpados se abrieron hasta no parecer asiático y su boca no hacía más que abrirse y cerrarse ante la imagen de un chico sentado en su cama, vestido de una túnica blanca; la piel nívea y a simple vista tan tersa y brillante; rizos dorados, como si fuera oro; y unos ojos verdes mostrándose orgullosos y acompañados de una sonrisa dulce y rosa.
—Buenos días, Park Jimin, por fin podemos conocernos en persona —su voz fue otra vez música para él, aquel chico lo estaba cautivando y confundiendo increíblemente— ¿No hablas? ¿Acaso es un saludo mundano común entre ustedes?
—¡W-Waah! ¿¡Cómo e-entraste?! ¿¡Quién eres!? —finalmente pudo soltar sus palabras mientras retrocedía y tapaba inútilmente su cuerpo con la sábana-
—Aaah.. no importa cuánto tiempo haya estado en la tierra.. ustedes siguen siendo fáciles de impresionar —rió bajo tapando su boca con los dedos, un tacto delicado ante sus ojos.
—Dime quién eres.. p—por favor..
El chico se paró de su cama como si nunca hubiera estado ahí, con su túnica llegando hasta debajo de sus rodillas y dejando expuestas sus clavículas y cuello níveo. Jimin estaba absorto en ellos e imaginando como sería pintar tonalidades rojas y violetas. Un carraspeo lo hizo reaccionar y sonrojarse al igual que el rubio oro, quien estaba sosteniendo sus manos frente a su pecho e inclinándose un poco. No estaba entendiendo su comportamiento y el por qué de su extraña aparición, si la situación se volvía más rara llamaría a la policía.
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deseo inesperado + jimsu
Short StoryJimin desea amar y Yoongi es un ángel que lo ayudará a hacerlo. #398 Historia Corta créditos en la portada a @RocioMogollon