Apartado:
Bueno antes de comenzar a escribir la historia quiero mencionarles queridos amantes de la lectura que es la primera vez que escribo algo. Esta historia (si se le puede llamar así) será un experimento prácticamente para mí, de modo que espero también que puedas darme tu opinión al final de esta lectura, también aceptaré consejos y peticiones. Originalmente creo que lo dejaré como "capítulo unico", pero esto también dependerá de las reacciones de los lectores. Sin más rodeos comencemos.
Comentario:
¡ah y otra cosa!, yo no soy escritora de modo que no conozco las reglas y recursos ortográficos para llegar a hacer entendible una lectura, pero haré lo que esté a mi alcance para hacerles entender lo que quiero expresar, vamos a considerar esta lectura como un " Formato libre de redacción".
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Parte IEra una tarde calurosa en Japón, pues era verano y un jóven de buena contextura caminaba solitario (o así lo aparentaba) por las calles de Kioto vistiendo un elegante kinagashi, que en otras palabras es el nombre que se le da al kimono masculino y que curiosamente hacia juego con su cabello, más atrás le acompañaba un anciano con un notable rostro de preocupación. Aquel anciano era mucho más íntimo de lo que se cree, pues es su mayordomo quien cuido de él de pequeño y quien le había enseñado a tocar el piano, además de haberle enseñado un sin fin de habilidades. Gracias a él Masato se había enamorado de la música y ahora que el escenario era tan distinto Fujiwara (su mayordomo) comenzaba a sentir que Masato moría por dentro.
-Señor no camine tan rápido, el suelo es rocoso y disparejo, podría tropezar- dijo el mayordomo apresurando su paso para alcanzar al chico de aspecto tradicional.
-Lo siento "Jī" san, es este calor que me tiene aturdido y sumido en mis pensamientos- agregó Masato volteándose a ver a su " Abuelo" como le gustaba referirse a su mayordomo.
-Señor, fue usted quien sugirió salir a dar un paseo... Me preocupa su actitud dispersa, ¿hay algo que quiera decirle a este viejo?-.
Masato se detuvo como si hubiera quedado congelado en un dos por tres, sus ojos mostraron tristeza pues cuando oyó a su "abuelo" decir eso pensó que ya habría descubierto sus verdaderos sentimientos.
-Abuelo, créeme que no sucede nada malo conmigo. Es solo que necesito algo refrescante, será mejor encontrar algún lugar en donde podamos conseguir refresco-.
-Si me pregunta... Le sugiero ir a la casa de té que esta a la vuelta de la siguiente esquina, escuché de unos empleados que ha llegado un nuevo té. Creo que era algo de "infusión de Sakura"-.
-Muy bien entonces andando- replicó el peliazul.
Masato y el anciano comenzaron a caminar en dirección a la casa de té. A pesar de que era una tarde apacible por sus colores tenues el sol no tenía ninguna compasión con aquellos dos que caminaban en busca de poder refrescarse.
Habiendo llegado al dichoso lugar entraron, aquella casa contaba con hermosas meseras las cuales vestían kimono y de esa manera iban atendiendo a cada cliente que llegaba dándoles, por supuesto, la peculiar bienvenida "Bienvenido amo".
Daba la casualidad que justo en ese momento el local se encontraba vacío. Tanto así que se podía ver una que otra chica afuera entregando bolantes para atraer a clientes. Por otro lado Masato caminaba explorando el lugar, para él la casa era un hermoso sitio, sintió simpatía por la ornamentación y el ambiente de aquel lugar que era muy pacífico. De la cocina podía sentirse un agradable aroma proveniente de las diversas infusiones que ofrecía el lugar, tanto frías como calientes.Una chica de delicados rasgos se dejaba ver trás la vitrina que enseñaba otros productos que acompañarían al menú. Su cabello, piel y ojos le hacían parecer una muñeca de porcelana tamaño escala real. Masato no era el tipo de hombre que se interesaría por una chica así de la nada y mucho menos le importaba el aspecto físico, pero hoy era diferente. Porque esa chica eres tú.
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¿Y que hubiera pasado si...?
RomanceUna pequeña historia que relata la vida de Masato Hijirikawa si es que en lugar de haber sido idol se hubiera convertido en el nuevo líder del conglomerado Hijirikawa, y lo que es más relevante... ¡Tú serás el coprotagonista!.