Superman x Batman

Confesiones de Bruce Wayne: El inicio de la tormenta...

Espero estén muy bien, y bienvenidos a esta pequeña historia que vino a mi mente cuando vi la película de la Liga de la Justicia, fácilmente pensé: "Ah, pobre Batman, debe sentirse muy triste porque Clark, lo odia". Eso fue cuando vi como lo atacaba, juro que sentí el dolor en mi alma. TT___TT 

Ah, los personajes de La Liga de la Justicia de DC comics no me pertenecen. OWO

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La oportunidad de devolverte a la vida se presentó ante mí, de la forma más clara posible, la caja madre sería el artefacto que traería devuelta al poderoso Superman. Juro que creí que el momento de redimirme de mis actos había llegado, quizás suene muy egoísta, en cierta forma, así es, la verdad es que mi mente me atormentaba, fantasmas aparecían cada noche como un recordatorio haciéndome sentir culpable de tu muerte. La verdad, era que Batman y Bruce siempre serían seres solitarios y egoístas, quizás era por eso, que tú, el ser amado de todos, no podías amarme. Resultaba un tanto ridícula la situación.

Al final el solitario Bruce Wayne se había enamorado del brillante y poderoso Superman.

Es cierto, obligué a los demás a que siguieran mi plan, aun a costa de sus vidas, algo que fue reprochado por Diana, quien sabía muy bien el motivo implícito en ese acto. La mujer era muy perspicaz para captar los sentimientos que intentaba ocultar. Sin embargo, seguí. Había mucho más en juego que solo mis remordimientos, el planeta sería destrozado por Steppenwolf, y aunque resultase humillante, el único capaz de salvar al mundo, eras tú, ese ser de criptón. Otra vez, parecía una persona despreciable, te condené a morir, y ahora te condenaba a vivir.

El plan fue ejecutado con la ayuda del rayo conductor de Barry, después de ese espectáculo, despertaste al fin, tan desorientado, como un cachorro saliste huyendo, y aun cuando mostrabas signos de razón te sentías amenazado por aquellos que sonreían por tu regreso. ¿Quiénes eran? ¿qué querían de ti? Quizás era lo que te preguntabas, pero la verdadera pregunta era ¿Cómo y quién te había revivido? No te culpaba, claro que no, imagino que resultaba desconcertante volver a la vida.

Desataste tu furia cuando Víctor accionó, por accidente, su arma contra ti. Sin embargo, ellos no podían contener tu enojo, no tenían oportunidad contra ti, ni siquiera yo la tenía. Pero sin pensar en las consecuencias aparecí frente a ti. - ¡Clark! -grité sin más. - ¡Yo te conozco! -fue tu respuesta, tan fría y afilada como una daga atravesando mi costado, la mirada de odio que me dirigías atravesaba mi alma. Diana trató de detenerte, pero estabas desenfrenado, la furia inundaba tu ser.

Fui arrojado fuertemente contra la patrulla de policía, tuve que aplicar mi plan de contingencia, llamé a Alfred y pedí los refuerzos. - ¡Tú... hiciste esto! -dijiste, tenía claro que merecía tu desprecio, - ¡Fue necesario! -aun así, quise mantener mi posición, no dejaría que me intimidaras.

- ¡No me dejaste vivir, no me dejas morir! - era cierto, pero en ese momento no se trataba de mí, por ello no tuve más opción. - ¡El mundo te necesita! -quise hacerte entender la responsabilidad que debías asumir - ¡Pero a ti no! - reconocía que eras más necesario e imprescindible que yo, aunque no lo había visto de esa forma en el pasado. Quizás ahora, comenzaba a evidenciar el hecho de que ya el vigor de la juventud me abandonaba. Por eso estaba dispuesto a intercambiar, no pondría resistencia a tus agresiones, si eso hacía que volvieras a ser el mismo héroe entregado a los humanos, aun si con ello mi alma se destruyera en mil pedazos, debía sacrificarme por todos los seres que merecían vivir. .

- ¡Clark! -se oyó la voz de Lois, pidiendo con su mirada suplicante, que se detuviera, y así, mágicamente obedeciste y detuviste tus ataques. Admito que me sorprendí, pero no tanto. Ya sabía la reacción que la chica podía causar en ti.

Pasaron varios días mientras nos enfrentábamos por la defensa del planeta tierra, muchos murieron y otros más fueron heridos, sin embargo, seguimos luchando hasta el final, sin la certeza de obtener una victoria, solo luchando con el orgullo y honor de dar la vida por lo que más nos importaba.

Cuando al fin estuviste preparado para la batalla, resultaste ser de mucha ayuda, me atrevería a decir que fuiste el que dio el golpe final para acabar con esa batalla. La lucha contra los invasores había terminado, el mundo volvía a levantarse, ahora más bello que en el pasado. Regresaste a tu hogar, y así como un nuevo comienzo las ciudades se llenaban de paz, parecían estar bajo control, pocos incidentes ocurrían.

Lo entendí en ese preciso instante, cuando sonreías tan radiante a aquella mujer, nunca podría tenerte. ¿Siquiera podría decirte lo que siento? No, nunca sería posible, nunca sería capaz. Mi destino es la soledad, aquí en esta oscura y fría mansión.

De ahora en más, mis creaciones son el depósito de mi pasión, así era en el pasado, y así sería por siempre... 

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Muchas gracias a todos los que se tomaron el tiempo de leer esta pequeña historia. 

*w*