capítulo 4

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Pasaron varios días desde aquel incidente, Andrea ya podía hablar un poco más con Pablo, pero aún seguía evitando las miradas de el...
Porque cada vez que lo volvía a ver su cara se ruborizaba, su corazón se aceleraba y sus manos comenzaban a sudar, aunque ella no comprendía porqué le sucedía esto.

Pablo
...-Tu amiga Melissa tiene 2 días de no venir a clases!

Andrea
...-esque está enferma pero anoche hablé con ella y me dijo que ya volverá el lunes.

Sonó la campana, era la hora del descanso y como ocurría todos los días, varias chicas del salón se arremolinaban al rededor de Pablo...
Por otro lado como todos los días, Andrea sacó un refresco y unas galletas de su bolso y se levantó de su asiento para ir a comer en la parte trasera del Instituto a la sombra de un gran árbol de pino que se encontraba en ese lugar, le gustaba mucho ir ahí porque ese lugar era muy poco frecuentado por otros estudiantes y a ella le gustaba estar sola... bueno no le gustaba estar sola pero era muy tímida como para invitar a alguien a ir a comer con ella, la única persona que la acompañaba Melissa, pero ella no estaba así que decidió ir sola...
Pero cuando se levantó de su asiento y pasó justo detrás de Pablo, el movió su silla hacia atrás para ponerse de pie y la golpeó, ella calló al suelo, su refresco se derramó y sus galletas quedaron esparcidas por el piso, entonces ella se puso de pie sacó un pañuelo de su bolso y limpió el desorden que había causado por culpa de Pablo... el inmediatamente se agachó y la empezó a ayudar a limpiar mientras le pedía disculpas.
Ella no dijo nada.

Se dirigió nuevamente a su bolso y sacó una pequeña cartera floreada en la que tenía algo de dinero, Salió del salón y se encaminó hacia la cafetería para comprar algo de comer.
Pablo la siguió mientras seguía disculpandose.

...-enana, de verdad lo siento.
No fue mi intención.

Le decía mientras caminaba al lado de ella.

Andrea llegó a la cafetería y pidió un sándwich y un refresco, sacó su dinero... pero cuando se disponía a pagar Pablo se le adelantó y le dio un billete a la señora que atendía.

Ella no dijo nada, sólo tomó sus cosas, salió caminado de la cafetería y se dirigió al patio trasero del Instituto, mientras Pablo la seguía de nuevo!

Pablo
...-oye, enana... no te hiciste daño?

Andrea
...-no te preocupes, estoy bien.
Respondió ella mientras se sentaba debajo de aquel gran árbol.

Pablo
...-Puedo sentarme contigo?

Andrea
...-aunque te diga que no igual te sentaras, así que adelante.

En ese momento Pablo notó que el codo derecho de Andrea estaba un poco raspado y con sangre...

...-enana, tu brazo está sangrando!
Dijo el.

Andrea se miró el brazo y dijo:
...-Ah, no es nada... ahora lo curare.

Pablo
...-eso es culpa mía, déjame hacer algo al respecto.

Y sacó un pañuelo rojo de su bolsillo y lo amarró en el brazo de ella.

Pablo
...-ahora Cuando llegues al salón ponte tu suéter para que nadie lo vea, porque supongo que te dará vergüenza que piensen que ese pañuelo te lo dio un chico.

Andrea cambio el tema y le dijo:

...-porque no te quedaste en el salón con esas chicas?
tu le agradas a ellas.

Pablo
...-tenia que ayudarte de alguna manera, yo te bote tu comida y tenía que reponerla.

Andrea
...-crees que no me Di cuenta?
Yo se que tu me tiraste al propio.
Ese golpe que me diste no fue ninguna casualidad... Tu calculaste cuando yo estaba justo detrás de ti y te hiciste para atrás.
Estabas buscando alguna excusa para alejarte de ellas.

Pablo
...- ah, entonces te diste cuenta jajaja!

Andrea
...-dime, porque lo hiciste?

Pablo
...-bueno, la verdad estoy cansado de ellas... no quiero ser presumido, pero ellas sólo me buscan por mi apariencia física, pero ninguna me conoce en realidad, ninguna sabe como soy... ninguna conoce mis pensamientos ni mi corazón.
No me gusta la gente que sólo se fija en la apariencia física...
En cambio tu eres diferente, a ti eso no te interesa, incluso tampoco te interesa hablar conmigo.
Me gusta lo tranquila que eres, no eres como esas, no te la pasas preguntando si tengo novia y tampoco te la pasas hablando de ti misma... es muy relajante estar contigo... y aunque la mayoría del tiempo me ignoras prefiero ser ignorado por ti que estar hablando con esas chicas tan superficiales.

-mientras Pablo seguía hablando, Andrea guardaba silencio, agachaba su cabeza, sus manos le temblaban y su corazón se aceleró como nunca...

...-enana, te sientes bien?, tienes la cara muy roja y estas temblando.
Le pregunto Pablo mientras se agachaba para tratar de verla a la cara.

...-ella apartó su mirada y le dijo con una voz más temblorosa que de lo normal:
...-e-e-estoy bi-bien
No te preocupes.

Pablo
...-bueno yo ya me voy al salón, tu quédate aquí un rato más para que no te vean llegar conmigo.

Pablo se marchó y ella se quedó ahí un rato más mirando como el viento adormecia las ramas de aquel árbol con su suave brisa... su corazón seguía agitado y una leve sonrisa se dibujaba en su rostro.

Andrea sentía algo nuevo, un sentimiento que nunca había experimentado... pero aún no podía comprender de que se trataba.

Ese sentimiento se llamaba Amor.

Nefasta Hipocresía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora