Juliana caminaba por los largos y anchos pasillos de aquel instituto mientras que gruesas lagrimas caían de sus orbes miel, los estudiantes que pasaban la miraban con indiferencia, después de todo nadie se esperaba menos de la"cry baby" del instituto.
Juliana intentaba inútilmente parar sus lagrimas; pasando sus manos bruscamente por su rostro, pero era en vano ya que estas caían como cascada dejando rastro en sus mejillas ya rojas debido al llanto.
La razón de sus lagrimas?
Simplemente alguien se atrevió a decirle que su mochila era fea.
Estúpido, no?
Pues para ella eso no era así, su madre había elegido con amor aquella mochila para el comienzo a clases de su preciosa hija, y como toda madre cumple caprichos, se aseguro de que fuera de la mejor marca.
Juliana sorbio su nariz y se sentó en una de las gradas del auditorio de música, lloraría, eso estaba claro, pero sentía que la observaban, volteo bruscamente y se encontró con la chica rubia que jamás la dejaba en paz.
-¿Que rayos haces aquí?, acaso vienes a burlarte?, pues hazlo sabes que no me importa.
-Tranquila solo te vengo a entregar esto- la ojizarca se acerco a Juliana y le entrego un trozo de papel para enseguida irse por la puerta frontal del auditorio.
Juliana abrió con cuidado el papel, leyendo claramente.
"You seem to replace"
"Your brain with your heart"