I N T E R N A D A

LA ÚLTIMA SALIDA

Era un día como cualquier otro, cuando llegue a mi casa con mis amigos, estaba sola, como siempre, pues mi madre estaba trabajando.

- ¿Qué piensas hacer con tu madre Nathalie? – me pregunto Zoe.

- No lo sé, además ella cree que aplicando la estrategia del remordimiento lograra algo.

- Y ¿Cuál es la estrategia? – dijo Justin mientras se comía una manzana del refrigerador

- Echarme en cara las cosas que hago y esperar a que su Diosito me mande el karma y arrepentimiento – todos rieron – voy a cambiarme para que vayamos al bar

Subí a mi habitación a ponerme la mini falda de los viernes con un crop- top blanco y organizar un bolso con mis cosas.

- Oye, que linda estas – Dice mi novio Jonathan mientras se acerca para besarme el cuello

- Gracias – le susurro al oído y en un intento de abrazo le acaricio la espalda e instintivamente me subo a sus piernas.

Nos estábamos besando apasionadamente cuando abren fuertemente la puerta, era mi madre.

- ¡¿Qué haces Nathalie?! – Gritó casi reventándome los tímpanos

- Nada – respondí tranquilamente levantándome y agarrando mi bolso

- ¿Pero qué te pasa? ¿Estás loca? – siguió reprendiendo

- ¿Loca por querer mantener relaciones?, Por Dios mamá, ya estoy grandesita ¿no crees?

- ¿Grande?, Apenas tienes 17 años y ni siquiera sabes cuidarte sola, ahora vas a saber de sexo.

- Pues para que veas que si soy grande, me voy al bar, permiso – dije quitándola de la puerta y bajando con Jonathan mientras ella seguía gritando.

- Que Dios te perdone por tus malas decisiones y espero que te arrepientas – fue lo ultimo que escuche de su parte antes de montarme al jeep de Ryan.

Apague mi celular y deje que la noche pasara, fue una noche loca, guiada por alcohol, drogas y sobretodo sexo.

Llegue a las 5 de la mañana, mi madre iba saliendo y nos cruzamos en la puerta y pronunció algo que no entendí por el dolor tan intenso que sentía en todo mi cuerpo, pensé que solo era regaños así que pase directo a mi habitación.