Cap 1.

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“___ Pov”

Un bello y hermoso nuevo día, lástima que las alimañas de padres que tengo lo arruinen como de costumbre.
Gritos de enojo por tal vez razones diminutas, siendo respondidas por otro grito aún más fuerte y demostrando superioridad.
Algo común en mi día a día.
Con pesadez me levanté de mi cómoda cama comenzando a hacer la misma rutina diaria.
Me duché y me vestí con el uniforme del colegio, me cepille el cabello dejando el cabello suelto.
Bajé de mi habitación entablando un simple “buenos días” para cojer una manzana y comenzar a comerla.
Un estruendoso golpe hizó que mi cuerpo se exaltará. Mi padre golpeó la pared desahogando su enojo, evitándose el golpear a su esposa que temblaba de nervios y miedo estando en aquella situación.

—¡Te he dicho una y mil veces que dejarás de reclamar por las mismas tonterías!–atacó el padre a su esposa.—¡si yo quiero ver esas mujeres, es MI problema. Tengo derecho de hacer los que me plazca! ¿¡Me escuchaste!?

—Sí...–entonó como pudo su madre.

Vaya idiota...

Tomé mi bolso y me dirigí a el instituto.

[...]

Caminaba tranquilamente como todos los días.
He aprendido a vivir entre gritos y maltratos, al día de hoy es más una rutina que algo nuevo.
No tengo la mejor familia, a decir verdad... Es una mierda.
Admiro a las familias con un entorno religioso.
Oran y se encomendan a Dios, en familia. Uniendo el lazo familiar gracias a sus creencias, mientras que nosotros, las ambiciones, deseos y codicias destrozan todo.

Paso tras paso, me hago cuestión de mí. ¿Por qué yo?
¿Qué hay de bueno en mi vida?
¿Qué meta debo de lograr?
No lo sé, simplemente vivo rondando sin motivo alguno.

Cuanto desearía tener uno de esos momentos felices que todos alguna vez tienen.
El cariño cálido de alguien a quien quieres y confíes.

Quisiera un simple momento sincero.

[...]

Entrando en el instituto continúe mi camino a el salón de Geografía, me detuvieron en seco las mismas idiotas sin que hacer.
Katia, Jacky y Ana, las tres mosqueteras, protectoras de las cirugías plásticas y del maquillaje.

—Vaya, llegas algo temprano zorrita, ¿te hacía falta nuestras bienvenidas? Ja' vaya necesitada.

—¿Zorra? Dulzura, se ve que tu cerebrito tarda en darse cuenta que la zorra eres tú que te andas follando todo lo que se mueve.–respondí serena marcando una sonrisa.

—¿Cómo me dijiste?–respondió con enojo, haciendo reír levemente a ___.

—¿Qué? Aparte de zorra y hueca también eres sorda.
No creo que sirva de mucho que las defensoras de las pollas traten de dejarme en ridículo, a menos que quieran quedar ustedes mismas.–Sonreí mostrando mis dientes.—Así que mejor busquen algo que no sea calentar a pubertos, tal vez como ¿limpiar? Oh, tal vez sus uñas se rompan al tomar una escoba.

Salí de ese grupete, ahora si entrando sin problemas a mi salón.

Cada día ese trío acostumbraba a hacerme la vida imposible, desde que comencé mi primaria.

¿Y si les callamos las bocas para siempre?

Ok, definitivamente estoy quedando sin cordura.

Las clases transcurrieron con normalidad, aburridas y molestas, con suerte ya era tiempo de salida. Vaya suerte.

[...]

Caminando de regreso a mi hogar, me tope con una tienda de garaje.
Mi atención se postró rápidamente en los juegos para Nintendo.
Me dirigí a el puesto observando varios clasicos, Super Mario 64, Mortal Kombat 4 y...¿Majora's? supongo que debería ser un derivado de The Leyend of Zelda.
Decidí comprarlo junto a otros dos que me trajeron nostalgia.

Continué mi camino hasta llegar a mi hogar.
Entré a mi casa observando a un señor aparentemente enojado, oh espera es mi papá.

—Llegas tarde, mocosa.–dijo en semblante serio esperando una respuesta.

—¿y te interesa como use mi tiempo?

—Ya déjala, viejo.– interfirió su madre evitando que se llegara a más.

Con sigilo salí de la sala yendo a mi habitación a la cual penetré y cerré la puerta con seguro.

—unas partidas tal vez me distraigan un rato.

Saqué mi Nintendo conectando todo para introducir el mas interesante. “Majora's’’

El juego empezó a reproducirse con normalidad, me dirigí a las partidas. Había una titulada como “Ben”.
Tal vez sea de el anterior dueño. Pero ser curioso no te quita nada ¿verdad?

Pulsé la partida para ver y talvez completar el juego.

Vaya error.

—editado—

ʟᴀ ʜɪᴊᴀ ᴅᴇ sʟᴇɴᴅᴇʀᴍᴀɴ [ʙᴇɴ ᴅʀᴏᴡɴᴇᴅ ʏ ᴛᴜ]. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora