Save Me

663 38 30
                                    

Era viernes, y esta vez, por idea de Lisa, habíamos decidido cambiar la rutina de los sábados por la noche y probar un salón de karaoke nuevo que había abierto en el centro de la ciudad. Según ella, funcionaba igual que los salones japoneses, donde un grupo de personas alquilaba un cuarto, y tenían un equipo de karaoke con miles de canciones a su disposición.

Mi mejor amiga en esta nueva ciudad era, por así decirlo,bastante popular en la empresa. A diferencia de mi, Lisa siempre actuaba de manera extrovertida y se llevaba bien con todos, o casi todos los miembros de Carter Corp. No había persona, fuera del sector que fuera, que no conociera a la agradable muchacha rubia que los recibía en la planta baja.
Así fue como Gabriel, mi jefe, me dijo que "nos veríamos" el sábado, y Matt, que eran varios de la empresa los que asistirían al plan del fin de semana. 

Nunca me había sentido cómoda compartiendo tiempo con Gabriel, ni co nadie de Carter Corp quitando a Lisa y a Matt. Sentía que no estaba hecha para las actividades grupales, aunque sin embargo, la idea de poder cantar en publico me generaba tanto miedo como excitación. 


Sábado a la tarde recibí un mensaje. 

"Eh, princesa. ¿Paso a buscarte o quieres ir por tu cuenta?"

Matt era el mejor amigo que podría haber encontrado en esta ciudad de locos. Siempre atento, siempre compañero, sabía que me daba pánico ingresar sola a lugares llenos de gente. 

"Pasa por mi a las 20." 

Me quedaban un par de horas para decidir que ponerme y esperar a Matt. Revolví mi armario en busca de algo que no fuera demasiado llamativo, y tampoco tan casual. Al fin, decidí quedarme con unos shorts gastados de jean, medias de red y una vieja camiseta de Led Zeppelin. El toque grunge final, lo daba mi campera de cuero negra. 
Media hora antes del horario acordado, suena mi móvil.

— Princesa, termina de vestirte que vamos en camino. — dijo Matt a través del teléfono.

— ¿Vamos? —  pregunté. 

— Colin nos lleva. En unos minutos estamos por allí. 

— Pero... ¿qué? —  Matt me cortó la llamada apenas termine de hacer la pregunta. El maldito sabía lo mucho que me atraía Colin, estaba segura de que era una de sus jugarretas de cupido. 
Terminé de maquillarme en menos de cinco minutos, me arreglé el cabello y nuevamente, mi móvil volvió a sonar. 

"Estamos en la puerta, tomate tu tiempo."  decía un mensaje de Matt. 

Rápida como una estrella fugaz salí de mi apartamento, no sin antes despedirme de mi bella y malvada gata.


Salí apresurada por la entrada del edificio, y me encontré con los guapos muchachos, apoyados sobre un auto negro de alta gama, aguardando por mi.

Matt lanzó un silbido al verme, y pude notar la mirada de Colin registrando de arriba a abajo mi cuerpo, volviendo luego a detenerse sobre mi camiseta. 
— ¿Canción favorita? — Sus ojos me miraron desafiante, deseosos de saber si realmente conocía la banda de la cual llevaba una remera puesta. 

Esbocé una picara sonrisa y lo miré levantando una ceja. Con mi celular en la mano imitando un micrófono, y exagerando mi voz, solté un par de frases de "I can't quit you baby"

 —  When you hear me moaning and groaning, baby, you know it hurts me deep down inside. 
— Buena elección. —  Se mordió los labios, intentando esconder una sonrisa. Se acomodó el pelo rápidamente, y se dirigió al auto. — ¿Vamos?

Matt me miró sonriente, y me guiño un ojo. 
— ¿Acaso hay algo que no sepas hacer? — soltó mi amigo, quien ya sabía de mi pasión por el canto y de mis años de practica y estudio. — ¿Estas preparada para deleitarnos hoy? 

— Todavía no lo sé. —  Respondí, mientras subía a la parte trasera del auto


El trayecto hasta el karaoke fue bastante silencioso. Colin y yo nos manteníamos en silencio, mientras Matt hablaba de estupideces, mujeres, ligar, y más cosas. 

Llegamos, y al entrar, nos encontramos con una gran cantidad de gente aguardando en la sala. 

Un joven, nuevo en la empresa y ya borracho, estaba sobre el mini-escenario ya haciendo el ridículo. La noche pasó entre copas de alcohol, canciones y charlas banales, y fuimos quedando pocos en el salón con el paso de las horas. 

De pronto, a Lisa se le ocurrió una idea. 
— ¡Duetos! —  gritó. 
Todos la miramos indecisos, solo quedaba Matt, Gabriel con Cassidy pegada a su lado cual garrapata, Colin, y yo. 

— No sean aburridos. Uno de los hombres saldrá al azar, elegido con la botella, y él elegirá a una chica para acompañarlo en el escenario. — Lisa parecía borracha, pero sin dudas creía fervientemente que su idea era la mejor del universo. 
— No esta nada mal, vamos, ¿que podemos perder? — dijo Matt.       

— Mas te vale no elegirme, Ortega. — acotó Cassidy, mientras terminaba de beber un mojito y rozaba con extremada delicadeza la pierna de su jefe. 
— Matt tiene razón, es sábado, tenemos permitido perder un poco la cordura. —  Gabriel miró a Colin, que no había emitido comentario alguno, y este solo se encogió de hombros. 
Claro, como si cantar le fuera a molestar un poco. 

Lisa giró la botella, y luego de girar varias veces, frenó en Colin. 

— ¡Esto no vale! —  gritó Matt. — No hay nadie que pueda dar un show decente luego de que Colin pase por el escenario. 
— ¡Calla Matt! —  Lisa le pegó en la nuca. —  Vamos Colin, elige compañera. 

Luego de lanzar un suspiro, Colin se levantó, me miró y me hizo señal de acompañarlo al pequeño escenario del salon de karaoke. 
Me levanté y fui tras el, escuchando a Matt corear nombres de baladas romanticas o de películas de Disney, como sugerencias para nuestra elección. 
En la pantalla, Colin eligió Rock como género, y no me quejé en absoluto. 
— ¿Alguna banda? —  preguntó. 
Rápidamente hice una lectura de la lista de temas. Uno, muy antiguo me llevó por un momento a viejos tiempos. Lo señale con el dedo mirandolo. — ¿Conoces este tema? 

— Por supuesto, gatita. —  respondió sonriendo mientras le daba a play. — ¿Tienes el nivel suficiente para cantarlo? — preguntó en tono burlón. 

— No te ofrecería cantarlo si no tuviera el nivel. — respondí guiñándole un ojo. 

Acto seguido, me tomo de la cintura para acercarme a el, y dio play a la canción. 

Bring me to life - Evanescence 


Bid my blood to run, before I come undone. Save me from the nothing I've become. 

En ese momento, la conexión que sentimos sobre el escenario, uniendo nuestras voces y dejando a todos callados, admirándonos sin poder decir nada, nos hizo darnos cuenta que estábamos hechos el uno para el otro. 


IS IT LOVE -  ONE SHOTS (Colin Spencer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora