EL SER

CAPITULO 1: EL INICIO DE UNA AMBICIOSA AVENTURA

El antiguo reloj con una campanada marcaba las 12 de la noche en ese cuarto que Pedro usaba de oficina, recámara e incluso bodega, en ocasiones hasta de hotel para una que otra aventurilla.
Sobre el piso se madera resonaban unos pasos que indicaban algo de desesperación, un tenue aroma a incienso y una vela encendida contrastaban con el ordenador Macintosh que estaba sobre ese escritorio de caoba, el cursor de la pantalla indicaba una ultima línea de un documento el cual estaba a punto de terminarse.

Pedro Fuentes, desde niño fue algo distinto, siempre adelantado a su edad, tenía solo 3 años cuando descubrió su pasión por explorar cosas, hoy con 35 años cumplidos trabajaba para distintos medios de comunicación entre ellos una radio bilingüe y una revista de circulación nacional.

Mientras tecleaba las ultimas lineas de ese articulo que debía de entregar al día siguiente a el diario La Gaceta el timbre de su celular lo desconcertó, apresuradamente contesto la llamada:

-Ya está tu vuelo reservado -sonó una voz femenina.

-Mil gracias! Te debo una.

Respondió Pedro levantándose del sillón y poniéndose su chamarra de cuero negra.

-Me debes varias, antes de irte tomemos un café te quiero contar algo.

Replicaba Gloria, quien visiblemente estaba atraída por el desde que lo conoció en un recital de guitarra clásica que Pedro impartió en la Universidad de Santa Monica hacia un par de años, ella trabajaba en una agencia de viajes, eran muy buenos amigos desde entonces y, por "miedo a arruinarlo" ella no había mostrado sus sentimientos a Pedro.

-Me parece "perverso" -aseguro Pedro- te veo a las 7pm en el Ixta Expresso.

-Bien, entonces hasta mañana, besos guapo!

Dijo Gloria con una voz cantarina.

Gloria Jiménez se aplicaba un poco de labial mientras se contemplaba en el rústico espejo de su recámara, al hacerlo se guiño un ojo como si Pedro la estuviera viendo.

Mientras, a varios kilómetros de ahí Pedro se quedo pensativo por un instante, en sus manos tenia una foto de la montaña de Machu Picchu de Cuzco, Peru.

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-He encontrado el método para desplegar las 11 dimensiones y alternar entre ellas!!

Afirmaba Rubén Shjaris, científico chileno nacionalizado mexicano quien desde hacia 10 años colaboraba con la NASA, la agencia espacial estadounidense.

-Estas seguro? Mira que eso te comprara una buena dosis de fama amigo.

Respondía Joseph Fisher, su interlocutor con un marcado acento inglés.

-¡Albert Einstein tenia razón en sus ecuaciones!

Exclamaba Rubén desde su laboratorio muy entusiasmado.

-¡Tenemos que hacer una reunión con los inversionistas cuanto antes!

Continuó con voz agitada como si quisiera salirsele el corazón de la emoción.

-Los llamaré enseguida para citarlos, te llamo en la noche tengo que colgar.

Rubén y Joseph no eran los únicos que colgaban la llamada pues a poca distancia del laboratorio un hombre estaba escuchando la llamada pues tenia la linea intervenida, con un sofisticado aparato de alta tecnología tenía meses que monitoreaba las llamadas del laboratorio F&B donde trabajaba Rubén.