→Happy birthday to us💛 {JinHongseok}

💛Happy birthday to us💛

      ··•El día por fin había llegado para Jinho y Hongseok, ese tan esperado dieciséis de abril donde ambos cumplían años. La tradición era cada año pasar el día juntos, sin que nadie más pudiera molestarlos, pero al parecer el mayor de los dos se había olvidado de eso.
   Hongseok no era una persona celosa, y mucho menos cuando se trataba de Jinho. Confiaba plenamente en él y sabía que nunca lo engañaría; lo que no soportaba era que el maknae del grupo se llevara toda la atención de su hyung. Vamos, que porque fuera el menor no quería decir que pudiera acaparar a Jinho todo el tiempo. ¡Y aún teniendo novio!

   No podía evitar rodar los ojos a cada segundo, viendo como Wooseok estaba pegado como una lapa a Jinho. Desde que había empezado el día no se había separado de él, y encima había felicitado a Jinho antes que él. El muy... se había puesto una alarma a las doce para acordarse. ¡Era injusto!

   Aunque no lo quisiera admitir, en parte le dolía que Jinho estuviera prefiriendo pasar el día con Wooseok antes que con él, mas tampoco quería parecer un pesado. Así que se estuvo callando, rechazando cualquier invitación de los otros miembros de la manera más dulce posible.
   Lo cierto era que él sólo quería estar con su novio en el día de su cumpleaños. ¿Era tanto pedir?

   Lo peor de todo el día fue cuando Wooseok dejó en paz a Jinho y entonces fue Yuto quién se quedó abrazado al mayor. ¡Por dios, por supuesto que eran novios, los dos eran igual de pegajosos!
   Aún así, eso todavía molestó más a Hongseok, ¿por qué ni siquiera le había dedicado unos míseros cinco minutos en todo lo que llevaba de día? Se sentía rechazado por Jinho, apartado.

   Intentando no mostrar la molestia y la rabia que tenía en su interior, Hongseok se encerró en su habitación y agarró entre sus manos el regalo que le tenía a Jinho. Era un vinilo de Nirvana, porque sabía lo mucho que a Jinho le gustaba ese grupo y tendría un valor muy sentimental para él.
   Pero ahora qué importaba si ni se lo iba a poder dar, ya que estaba muy ocupado con los maknaes.

   Se acostó en su cama, viendo que eran las nueve y media de la noche. ¿En serio Jinho y él habían desperdiciado todo el día separados? ¿El día más importante? ¿El día de su cumpleaños y de su segundo aniversario? Era doloroso, claro que lo era.
   Decidió irse a dormir aún siendo tan pronto, pero nada más su cabeza rozó la almohada escuchó la puerta abrirse. Supuso que sería Hyojong, ya que al ser su compañero de habitación, era el único que tenía la llave. Sin embargo, en cuanto un característico olor a vainilla y fresa inundó sus fosas nasales supo inmediatamente de quién se trataba.

   Se enterró más entre las sábanas, queriendo en todo momento evitar el contacto con él.

   —Hongseok —llamó con suavidad, sentándose sobre la cama y tocando su hombro levemente—. Hongseok, hazme caso.

   —¿Qué? —respondió secamente.

   —Feliz cumpleaños, Seokkie... tengo algo para ti.

   Hongseok no contestó, tan sólo esperó a que Jinho continuara hablando.

   —¿Estás enfadado conmigo? —cuestionó Jinho, su tono sonando entre divertido y falsa preocupación.

   —No —dijo sarcástico—, ¿por qué tendría que cabrearme con mi novio, el cual se ha pasado todo el día lejos de mí incluso cuando es nuestro cumpleaños y aniversario? Qué locura.

   —No seas tonto, Hongseok, los maknaes querían pasar el día conmigo, pero tenemos toda la noche. He traído unas cuantas películas y... y tu regalo. Si lo quieres, claro.

   El menor de los dos por fin salió de entre las sábanas y se dignó a mirar a a su hyung. Éste, nada más ver que se había descubierto, le entregó una caja rectangular, envuelta en un adorable papel de regalo amarillo con puntos blancos.
   El corazón de Hongseok se derritió cuando vio que en algunos puntitos había un corazón dentro; hechos por su novio. Era un persona detallista, y le encantaba.

   Antes de abrir el suyo, Hongseok se atrevió a darle a Jinho el suyo; una caja cuadrada (bastante grande) con un lazo alrededor para mantener el papel cerrado. Los ojos de Jinho brillaron con emoción, ¡los regalos de Hongseok siempre eran los mejores! Incluso cuando no eran materiales.

   Ambos abrieron sus adquisiciones al mismo tiempo, y tuvieron reacciones parecidas. Abrieron la boca sorprendidos, felices de tener de una vez por todas ese pequeño detalle que siempre habían querido.
   Para Jinho era el vinilo de Nirvana, y para Hongseok era una trilogía de libros en los cuales había estado interesado desde hacía un tiempo. El de menor estatura fue el primero en abrazar a Hongseok y girar su rostro para plantarle un efímero beso en los labios, tiñendo sus mejillas de un tono rojizo.

   —¡Muchas gracias, Hongseok! No tenías que haberte molestado... —dijo, acurrucándose casi encima de su pareja.

   —Tú tampoco, hyung. Muchas gracias.

   Jinho soltó una pequeña risa, y le quitó los libros de las manos a Hongseok. Dejó tanto su vinilo como los libros encima de la mesita de noche, y se dedicó a plantar rápidos ósculos sobre todo el rostro del menor.
   Hongseok pasó sus brazos por su cintura, olvidándose momentáneamente de que su hyung lo había —casi— abandonado en ese día tan especial.

   —Quiero darte toda la atención que antes no he podido, Seokkie. Y mira, los maknaes me han ayudado también a hacer una tarta para nosotros. Está decorada con chuches porque ha venido Changgu y ha dicho que era un delito hacer un pastel sin ellas. Ya sabes la obsesión que tiene con los dulces.

   —¿Ha-Hay una tarta?

   —Sí, los chicos estaban muy ilusionados y quisieron ayudarme mientras la hacía.

   Bajó de la cama y rebuscó en la mochila que había traído, allí descansaba una bonita bandeja recubierta de plástico y papel, y en su interior una deliciosa tarta de chocolate blanco. Tenía escrita una jota y una hache a base de moras —de chuche— negras, rojas y azules, además de corazoncitos de azúcar blancos y rosas.
   La puso encima de la cama, si la manchaban ya tendrían tiempo de limpiarla más tarde. En esos momentos sólo querían aprovechar al máximo ese tiempo que tenían juntos.
  
   Con un cuchillo, Jinho partió un trozo y lo llevó a la boca de Hongseok, quién mordió el postre con una mano debajo para no ensuciar demasiado las sábanas y el colchón.

   —¿Te gusta? —cuestionó expectante Jinho, recibiendo un gran asentimiento por parte de Hongseok.

   Antes de que el mayor pudiera partirse un trozo, Hongseok lo acercó a él y le plantó un sonoro beso en la mejilla.

   —Al final ha merecido la pena esperar para estar contigo, hyung. Siempre me haces tan feliz.

   —Ash, no digas eso —Jinho rió avergonzado, golpeando sin fuerza el brazo de Hongseok—. Y antes de que se acabe la tarta quiero poner una película, así que...

   —¿Por qué tantas ganas de película?

   —Porque siempre he querido un día, en este caso noche, de películas románticas con mi pareja. Siempre que las veía estaba sólo y en vez de alegrarme me deprimían más. Por eso quiero verlas contigo.

   Hongseok sonrió, besando de nuevo a su novio. Con cuidado de no tirar el pastel al suelo, lo ayudó a recostarse a su lado, y después puso el postre sobre sus regazos.
   Jinho tuvo la oportunidad de probar su propia obra, pero antes de saborearla Hongseok le había manchado la nariz con el chocolate blanco.

   —¡Hongseok! —exclamó, limpiando su nariz y después volviendo a golpearlo.

   —¡Es que no puedo evitarlo, hyung, eres tan mono! Y yo que pensaba que a ti estas películas no te gustaban, si al final vas a ser más cursi que yo.

   —Eso nunca, eres el rey de los cursis, Seokkie.

   —Pero te encanta.

   —Puede ser.

   Y así pasaron una larga noche, compartiendo una tarta —que casi acaba en el suelo—, besos, caricias, abrazos y, sobre todo, un amor puro y real que los dos sentían entre ellos.

   Porque una relación como la que tenían ellos era la exacta definición de amor verdadero.•··

🎂F🎂I🎂N🎂

💛~¡Feliz cumpleaños, JinHongseok 😍!💛