Amanecer de luz cegadora
Que ilumina el trazo de las heridas
Quemando la piel del hoy que ya es ayer
Fundiendo la espada del presente
Mostrando en camino del destino
Y convirtiendo la amarga debilidad
En la más dulce virtudTormentoso atardecer
De martillos y clavos
De sudor y lágrimas
De risas y dichas
De caminar haciendo el sendero
Andando a ciegas por la niebla
Al ver como tus huellas en la tierra
Son arrastradas por el vientoOcaso expectante
A veces tan distante
Aparentemente inalcanzable
Tan misterioso y tan vacilante
Cómo tan bromista
Que suele apagar las ganas de llegar a élPero siempre hay una llama
Esperando a ese momento
Para encenderse y quemar la desilusión
Y obligarte a seguir
En el nombre del ayer, el hoy y el mañana