Blanco

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Una fina manta blanca cubría los campos y frondosos árboles que rodeaban aquel orfanato; una fria tarde de invierno en la que aquel helado clima habia logrado que a pesar de la nieve, los niños se mantuvieran dentro de la gran casona, o al menos la mayoria de ellos.

Un pequeño con guantes rojos y un gorro que dejaba al descubierto algunos pequeños mechones de cabellos castaño, se mantenía afuera admirando la nieve caer a su alrededor, estirando su pequeña mano al frente veía como un copo de nieve caía en ella derritiendose al instante.

Una mujer de cabellos grisaceos había salido a toda prisa tras ver al pequeño afuera de casa, acercandose hasta donde se encontraba le llamo suavemente...

-Peter, ¿qué haces aquí? esta nevando, cariño- tocando el hombro del pequeño esté volteo después de ver como otro copo se derretia sobre su mano.

-la nieve es muy blanca, ¿verdad tía May?- la mujer sonrió ante la pregunta tan inocente del menor; "Tía May" como todos los pequeños le llamaban en aquel gran lugar por un intento de volverlo un ambiente más hogareño y no tan triste como lo que solían ser los orfanatos.

-si que lo es- murmuro la mujer mirando un instante el paisaje que tenía al niño tan ensimismado

-y...también es muy fría- con gran interés vio como una nube de vaho salía de su boca

-si, cariño, muy fría, por eso es que debemos meternos o nos resfriaremos- tomando al niño de la mano comenzaron a caminar hacía la entrada del lugar.

-tía May, la nieve es realmente hermosa- finalizo el pequeño dandole una ultima mirada a ese frío y blanco paisaje antes de que la puerta fuese cerrada.

No era de sorprenderse la manera en la que aquel niño de nueve años veía y admiraba todas las cosas a su alrededor, siempre era de esa forma, aquel castaño de ojos chocolate solía encontrar lo bueno  en las cosas más simples y a veces mas extrañas, a ojos de todos los demás.

El lograba ver lo bueno aún a través de lo que clasificaban como malo, encontraba esperanza en todo lo que le rodeaba, sin importar de lo que se tratara...

Un niño sumamente curioso por todo lo que existía en su entorno, un pequeño soñador que prefería mil veces sentarse a la sombra de un arbol para leer algun libro que hablara sobre los animales o las plantas e incluso sobre lo grande que podía ser el universo...a jugar a la pelota con sus compañeros.

A palabras de las personas que llegaban a conocerle, ver a ese pequeño castaño era como ver un copo de nieve cayendo en una gran manta blanca, ese niño tenía una pureza difícil de igualar y al que nadie se atrevía a manchar.

Peter era como la nieve de aquel día de invierno, tranquila, blanca y con un brillo muy especial que dejaba con una sonrisa a todo el que le miraba.

****

Una fría noche en aquel lugar; el sonido de cosas cayendo y pasos sobre el pasillo que daba a las habitaciones, logro que la curiosidad del menor; que se había mantenido leyendo un libro desde que habían apagado las velas en el lugar, se despertara y, tomando la vela en su buro, saliera de su habitación con pasos silenciosos para encontrar el por que de esos sonidos.

Con la luz de la vela y a veces de la luna, caminaba entre la oscuridad teniendo cuidado de no caer con algun juquete olvidado que sus compañeros solían dejar a veces.

Colmillos escarlata.       [WadexPeter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora