Nevertheless...

4.

Domingo, 21 de junio.

Hoy era el día del concierto, el día de ayer no vi a Dan, ya que era el día que cenaría con su familia.
Era domingo, un día de no hacer nada. Me despertó el sonido de mi celular, era un mensaje de Dan.

Hoy es el gran día.

Sonreí al ver el mensaje, él en realidad estaba emocionado, me gustaba verlo así.
Solo le contesté con:

Lo sé amor, no me lo tienes que recordar.

Apague mi celular y trate de volver a dormir, no me gusta que los domingos me levanten temprano, eran las 8:30, para mí si era muy temprano.
Empezó a sonar mi celular como loco.
Tenía 3 mensajes de Dan, 5 de Rebecca, es mi mejor amiga, últimamente casi no hablo de ella, la conozco desde la infancia, y tengo otros dos de Helena.
Abrí los de Dan.

Que emoción.

Ya quiero verlos.

¿Crees que quiera hacer la entrevista?

Le contesté con:

Si, yo creo que si va a querer.

Después abrí los de Rebecca.

Me olvidas.

¿Por qué ya no me hablas?

Hoy se presentarán Panic! At The Disco, ¿Dan va a ir?

Yo quiero ir.

Quiero ver al guapote de Brendon.

Me daba flojera contestarle así que simplemente le conteste con:

No te olvido, y si, iré con el.

¿Quien es Brendon?

Abrí los de Helena después.

De casualidad tienes boletos para Panic! At The Disco.

Yo quiero ir.

Tristemente solo tenía el de Dan y el mío así que le dije.

No, lo siento.

No sé qué tanto tiene esa banda, es un simple grupo como los demás.
Decidí silenciar las notificaciones de mi celular para volver a dormir.
Después de 5 minutos me quedé super dormida.

Brendon P.O.V

Me desperté como a las 9:00, dios, hoy era el concierto.
Aunque ya me haya presentado muchas veces, me pongo muy nervioso, me levanté tratando de no hacer ruido y Dallon se empezó a mover.

-¿A dónde vas?- dijo tallando sus ojos.

-A ningún lado.

-Entonces ¿por qué te levantas de la cama?.

-Dios, saldré a caminar, y por un café.

-Oh, me traes uno.

-No.

Entre al baño y me vestí, salí del cuarto y baje hacia la recepción, ahí estaba la chica que me acosaba, trate de salir discretamente.
Caminé hacia el Starbucks y me compré un café, salí y caminé cerca del hotel.
Pase donde casi tiro a la chica, esa hermosa chica con ojos color miel.
Dios, necesito saber su nombre.
Nunca había sentido algo así desde que estaba con Sarah.
Escuché varios gritos de unas chicas que venían atrás, me tome fotos con ellas y les di autógrafos.
Me regrese al hotel y entre al cuarto.

-¿Mí café?- dijo Dallon.

-Ve por el.

-Maldito- dijo Dallon riendo.