Jung WheeIn, artista de renombre y dueña de la galería de arte más grande en Corea del Sur "Resonance Gallery".
A la edad de 25 años había logrado lo que muchos añoraban pero pocos conseguían.
Poder. Dinero. Fama.
¿Pero acaso alguien se detenía a...
Hyejin observaba con curiosidad a su amiga que se encontraba sumergida en su mundo de bocetos, siluetas y colores. Seulgi ponía toda su concentración en lo que hacía que al momento en el que tomaba su lápiz para dibujar, el mundo a su alrededor se desvanecía de igual manera que lo había hecho la calidez del capuchino a medio tomar que había pedido minutos antes de sumergirse en la actividad que tanto la apasionaba.
¡Hey! - Hyejin decía por cuarta vez en menos de 10 minutos, estaba comenzando a molestarle el ser ignorada por su amiga
Seulgi no la podía oír. Ella no estaba allí, no mentalmente al menos.
Sabes que escuché que esa pintora que tanto te gusta vendrá para el festival de Arte de este año? - Mintió en un intento de retomar la atención de la chica de cabello castaño.
Lo logró. Como si de un truco de magia se tratase, Seulgi detuvo su lápiz y alzó la vista del papel para mirar a la pelinegra con ojos ansiosos.
Estás hablando enserio? - Dijo con curiosidad infantil. Hyejin se sintió mal por un segundo, su amiga a veces era muy inocente.
No seas tonta! Si me vas a invitar a salir será mejor que dejes tus juguetes en casa! Me estabas ignorando por completo! - Hizo sonar sus palabras en el tono más ofendido que podía
Oh. Lo siento Hwasa, surgió esta idea y tenía que plasmarla o luego la olvidaría. Perdoname sí? - Su tono era casual pero hizo un pequeño mohín al final para darle a entender a su amiga que de verdad lo sentía
Hyejin fingió seguir herida y enfocó su mirada en las calles casi vacías a estas horas.
Estaban en la cafetería favorita de Seulgi, la que ella misma llamaba "El Paraíso de los artistas", la mayoría de su clientela eran estudiantes de la facultad de arte que iban por una bebida caliente y un lugar tranquilo donde dibujar sin distracción alguna.
Oh vamos Hyejin! Sabes que no es mi culpa perderme cuando dibujo, es algo fuera de mi control, se llama pasión. - Seulgi hizo como quién recita poesía, haciendo sonreír a la morena olvidando su fingido enojo.
Aunque ahora que lo mencionas, he escuchado rumores acerca del concurso de arte para los de último año. Dicen que supuestamente está patrocinado por Resonance Arts Company. Y que la cabeza de la compañía podría asistir al evento como jurado.-Hyejin podía escuchar la emoción (y tal vez un poco de ansiedad) detrás de las palabras de su amiga- Te imaginas que sea cierto? La mismísima Jung WheeIn, ganadora del Praemium Imperiale (edición 2015) premio otorgado sólo a artistas de renombre, juzgando las pinturas de los casi graduados que buscan reconocimiento. Juzgando MI trabajo.- Seulgi se veía asustada y tenía esa mirada perdida una vez más.
Hyejin suspiró y colocó sus manos en los hombros de su amiga.
Seulgi, mírame. - Hyejin habló con voz calmada. Su amiga volvió la mirada (aún perdida) para mirar los ojos color canela de quien la llamaba- Estarás bien, créeme cuando te digo que eres la mejor artista de esta facultad y puedo decir de incluso toda la universidad. Y no lo digo porque sea tu amiga, lo digo por que lo haz demostrado. Dime, ¿Quién ganó los últimos cuatro concursos de arte que realizó la facultad? - Seulgi se veía más calmada y casi mostraba una sonrisa- SÍ, TÚ, Kang Seulgi, mi amiga-casi hermana, nadie más que tú - Hyejin sonrió orgullosa por su amiga al verla ahora mostrar una sonrisa genuina, ya no se veía asustada. Quitó sus manos de los hombros de la castaña y tomó la taza de té frente a ella para luego tomar de ella en pequeños sorbos.
Un cómodo silencio se expandió en su mesa mientras Seulgi se veía perdida en sus pensamientos y Hyejin bebía calmadamente de su taza de té de jazmín.
Seulgi rompió el silencio ahora hablando con más confianza.
No sé los demás pero este para mí es el concurso más importante, necesito ganarlo. Necesito conocerla. Jung WheeIn, espera por mí, te voy a impresionar. Lo prometo. - Seulgi habló con determinación mirando al bosquejo frente a ella y luego a su amiga a la cual le regalo una sonrisa arrogante.
Hyejin no pudo evitar reír ante el repentino cambio por el que había pasado Seulgi en cuestión de minutos.
Claro, claro da Vinci yo creo en ti- Dijo mostrando una sonrisa a su amiga que la miraba con el ceño fruncido debido al apodo que le había dado.
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¡Hola! Te agradezco que hayas llegado hasta aquí y la oportunidad que le haz dado a mi historia. Es la primera vez que publicó una. Tenía que hacerlo, Wheesa no dejaba mi mente desde hace un tiempo. Tanto que al final terminé escribiendo sobre ellas y el hecho de que no haya tantos ff de ellas me empujó más.
Se que aún no ven nada de Wheesa pero si se quedan, las verán entrar en acción pronto. Espero que sigan aquí para los próximos capítulos.
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