rArE

389 91 12
                                    


Previo: STRANGE.


      ··•Los recreos eran un tiempo de paz y tranquilidad para Lucas; siempre y cuando no aparecieran los chulitos de su curso. A pesar de que estaba sólo, en su campo de visión solía estar Jungwoo —junto a Doyoung, Yoonoh, Ten y SiCheng, generalmente—, así que le era suficiente con eso.
   Podría ser algo bizarro, pero Lucas portaba una libreta de pequeñas dimensiones para todo tipo de dibujos que él realizaba. Por supuesto que no podían faltar bocetos de Jungwoo, era lo que más le gustaba dibujar.

   Por eso, en los patios podía sacar ese cuaderno y empezar a trazar líneas para crear un retrato de Jungwoo. Podría pasarse horas admirándolo y no se cansaría, ni aunque hiciera diez mil dibujos sobre él. Le encantaba.

   Pero sin duda alguna, lo mejor de ese día era que después del recreo tenían guardia —sí, otra vez— de educación física. Al parecer el profesor Youngbae tenía una cita importante en el hospital y tenía que faltar, por lo que tendrían la hora libre. La profesora que los iba a vigilar era Luna, maestra de artes. A Lucas le gustaba muchísimo, así que en parte le había alegrado el día saber que tendría una hora con ella. Por lo menos así podría hablar con alguien.

   Al sonar la campana que indicaba el final del receso, toda la clase se quedó en el patio, esperando a que Luna bajara para que les diera la llave del almacén de los materiales de educación física. Muches querían apropiarse los balones para jugar —sobretodo— al voleibol y al fútbol. Pero Lucas no formaba parte de ese grupo.
   Incluso cuando era un chico bastante activo y ruidoso, los deportes no eran precisamente su mayor entretenimiento. Quizás en los videojuegos, y casi que no.

   La maestra no tardó en llegar, y en menos de cinco minutos ya estaban todes jugando en las diferentes pistas que había en el instituto. Yukhei decidió quedarse sentado en un banco, agradeciendo que Luna le hubiese dejado sacar su teléfono móvil y sus auriculares para escuchar música.
   Tenía el cuaderno en su regazo, y entre sus dedos un portaminas 0.5 con el cual estaba dibujando el paisaje que se mostraba frente a sus ojos.

   Un espacio amplio con el suelo pintado de rojo, con varias líneas de colores para separar las zonas de cada deporte. Dos porterías y cuatro canastas de baloncesto, con una verja que indicaba los límites del edificio.

   No era muy bonito, la verdad, pero teniendo el boceto hecho, Lucas lo podría retocar como él quisiera.
   Estaba tan cocentrado en lo que estaba haciendo, que ni siquiera se percató del momento en el cual un compañero de clase se le había acercado.

   —Hola, ¿Lucas?

   El chino se giró sorprendido, casi saltando del banco cuando escuchó la voz de Chenle. El chico iba a la otra clase equivalente a su curso, pero era un chico estupendo y muy majo. Como él también provenía de China, le había intentado ayudar en numerosas ocasiones, y Xuxi estaba muy agradecido por ello.

   —Hey, Chenle, ¿querías algo? 

   —¿Vienes a jugar al voleibol? Estoy con Jisung y Renjun. Falta uno para poder ser al menos dos equipos —sonrió.

   —Lo siento, no tengo ganas.

   —Está bien —antes de volver con sus amigos, el chico tomó asiento al lado de Lucas—. ¿Y qué estás haciendo?

   —Dibujo, ¿quieres ver?

   Chenle asintió y cogió la libreta de Lucas, ojeando algunas páginas por encima. Se quedó boquiabierto, Yukhei realmente tenía un enorme talento para dibujar; y lo gracioso era que la mayoría parecían estar hechos en el instituto.

   —Oh, Lucas, ¿este soy yo? —preguntó emocionado.

   —S-Sí, es que estabas quieto y-y... bueno —respondió ligeramente avergonzado.

   —¡Es genial! A ver a quién más dibujas.

   Siguió pasando hojas, y se quedó impresionado al ver la cantidad que había de Jungwoo. Quizás los ángulos siempre eran buenos para dibujar a ese chico.
   Y a parte de personas, también tenía montones de dibujos de ojos, labios, algún que otro lugar pintoresco. Había que tener un gran imaginación para hacer todo lo que Lucas había hecho.

   —¿Así que todo esto lo has hecho tú? Wow, Lucas, eres un poco raro. Cualquiera diría que tu mente es demasiado bizarra y que tienes una pequeña obsesión con Jungwoo —rió, devolviéndole el cuaderno a su dueño—. Bueno, me voy a jugar. ¡Hasta luego!

   —¡Ciao!

   Después de que Chenle se fuera, no le dio tiempo a volver a concentrarse antes de que Jungwoo se acercara y se quedara a su lado.

   —Hola, ¿qué haces? —le preguntó amablemente, con una sonrisa que hizo a Lucas temblar.

   —Ho-Hola, nada, s-solo estaba dibujando.

   —Ah, ya veo, ¿puedo verlo?

   —Sí.

   Jungwoo observó el trabajo de Yukhei con sorpresa; estaba muy bien hecho.

   —Dibujas muy bien, Lucas. ¿Has pensado en ir a artes alguna vez?

   —Sí, pero no sé si a mis padres les agradaría la idea.

   —Bah, es tu vida, Lucas —rió levemente y después se volvió algo tímido—. Bueno, quería preguntarte si querías venir conmigo y mis amigos. No vamos a jugar a nada, pero estaremos hablando y tal. Te he visto aquí sólo y, no sé.

   Yukhei asintió cortado, levantándose y guardando el cuaderno en su mochila. Por supuesto que no iba a desperdiciar una oportunidad así. Dios, Jungwoo le había invitado a estar con él (y sus amigos, pero eso era secundario), parecía irreal.

   —De veras puedo, ¿no? Quiero decir, a Doyoung no parece que yo le caiga muy bien.

   —Nah, es que es un poco borde a veces, pero le caerás bien. Vamos.

   Al final, esa hora fue muchísimo mejor de lo que esperaba. Los amigos de Jungwoo eran personas súper amigables y le estuvieron sacando tema de conversación todo el rato.
   Podría acostumbrarse a vivir así.  

Continuación: ODD.

Four: Rare - {LuWoo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora