Unico.

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¿Acaso era biológicamente posible el tener el corazón en la boca del estomago? Según los profesionistas no, ¡QUE SE LO PREGUNTARAN A SU CORAZON AHORA! Por que así se sentía, ese horrible nudo en su esófago, ese terrible hormigueo en la parte media de su cuerpo, además, todo le temblaba y podía jurar que los latidos desenfrenados de su corazón podían ser escuchados por toda la cuadra si prestaban atención, y es que nunca en su vida se había sentido tan nerviosa, era la primera vez que sentía tantas emociones juntas.

¿Por qué no le advirtieron que se sentía así el enamorarse? Era completamente un desastre todo en ese momento.

Ella, una estudiante bastante normalita y recatada de primer año de la universidad, que toda su juventud se la había pasado de novia de los libros, amante de las bellas artes y esposa de los estudios arduos nunca en su vida se había fijado en las personas en realidad. Si, había tenido 1 o 2 novios, pero era tan extraño eso para ella que terminaban como mejores amigos mas que otra cosa por el hecho de que ella no sentía un interés romántico en realidad.

Y ahora era todo lo contrario, no sabia ni cuando ni como pero se había fijado en el, un chico lo bastante llamativo y carismático que incluso le hablaba a alguien tan tímida como ella, Inuyasha Taisho era de ese tipo de personas que simplemente dejaban fluir su vida de la manera que mejor les pareciere, disfrutando de cada momento de su vida al máximo sin preocuparse por el futuro próximo, todo lo contrario a ella que siempre se concentraba en lo que podría pasar.

Y así, simplemente de un momento a otro, en un día cualquiera, su gran sonrisa del chico robo su corazón, al principio empezó como un sentimiento confuso de amistad, luego por un ligero interés, posteriormente acepto que le gustaba, y ahora allí estaba, como una tonta adolecente enamorada debatiéndose si enviar o no enviar el mensaje mas vergonzoso que ella había visto en sus 19 años de vida.

"Esto es estúpido" Pensó.

Realmente, al ser la primera vez que le pasaba no sabia exactamente como actuar, además de que descubrió que su timidez rebasaba los limites para esos términos, había decidió confesársele al chico peli blanco, sin importarle el resultado en realidad, aun que tenia muchas esperanzas guardadas, pero la vez que trato de hacerlo había resultado que los nervios le ganaron y solamente termino por aclararle lo de la ultima tarea.

Y después de mucho pensar, decidió que la mejor forma de hacerlo seria por un mensaje, si, algo como eso era cobarde y algo de que burlarse, pero para su inexperto corazón era lo razonable, así, se la paso mucho tiempo pensando en el por donde lo enviaría, y con cada aplicación o forma, siempre había un pero que la detenía por ejemplo...

-Facebook- podrían jaquear su cuenta.

-WhatsApp- El podría perder su celular y nunca enterarse.

Y así con todo medio para mandar mensaje que se le ocurría, por lo que al final termino con solo una opción y que le pareció la mejor, una de las mas antiguas y que casi nadie usaba pero que sabia que el chico si lo hacia, su correo electrónico, y así, empezó su mensaje y ahora allí estaba, frente al ordenador, con una mano en el pecho, otra en el mouse, y la vista fija en el letrerito de "Enviar".

Suspiro fastidiada de todo y simplemente lo apretó, al fin y al cabo, la decisión recaía en el de ojos dorados, tomo aire y busco el destinatario con nervios, y en cuanto coloco dos letras el nombre conocido fue revelado.

"Enviar a Taisho..."

Cerro fuertemente sus ojos al leer "Tai" y apretó el botón de enviar con fuerza negándose a ver la pantalla, pero cuando el mensaje fue enviado inmediatamente se maldijo a si misma y volvió a pensar incoherencia y media, pero un fuerte sonrojo y mucho bochorno fue lo que la atrapo tras re leer su mensaje.

¡Tenia que tener mala suerte!Where stories live. Discover now