Capítulo I

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Nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes...

El ser humano es egoísta por naturaleza, jamás hará más de lo necesario a menos que le propicie cierto beneficio. Eso es, beneficio personal, te ayudo no porque sea correcto, sino porque así quedaré bien enfrente de los demás. A eso me refiero, somos criaturas egoístas y por eso vivimos en desgracias, nuestro propio egoísmo nos lleva a cometer errores que desencadenan desdichas, y por eso también somos despectivos. Despectivos porque nunca aprendemos a valorar las cosas hasta que las perdemos y una vez que se han ido, nos ponemos a lamentar sobre la leche derramada. Irónico.

Pero yo no estoy aquí para hablar sobre la ética y la moral del ser humano, eso ya lo tengo bastante claro, estoy aquí para hablarles sobre mí, porque si hay alguien que pueda entender perfectamente de lo que les he comentado... soy yo.

Mi nombre es Rose Weasley, la hija mayor del matrimonio de Ronald y Hermione Weasley, y hermana de Hugo Weasley. Nací el 08 de Agosto del 2006 en Londres, Inglaterra, dos años después nació mi hermano y fue cuando nos mudamos a una pequeña ciudad en la parroquia de civil al norte de Somerset. Es una pequeña ciudad con apenas 22,000 personas, de las cuales la mayoría es gente mayor, por lo que no es de sorprenderse encontrarse con una ciudad bastante tranquila y sosegada.

A mí me encanta Clevedon, parece ser una de las pocas ciudades en el mundo donde la globalización no ha afectado del todo a la población, es decir, aún podemos ver niños jugando en las plazas, personas paseando en carretas como si se tratara de 1800's (es una atracción turística) y las costumbres victorianas que adornan toda la ciudad. La mayoría de la gente prefiere pasar su tiempo de ocio afuera que ver la televisión o usar sus computadoras.

Entonces ya sabrán mi reacción cuando abandoné Clevedon, no tenía otra alternativa, era eso o ir a un internado. Oh sí, aquí es donde comienza todo.

Fuimos a Londres a visitar a toda la familia. Tío Harry estaría dando una fiesta para celebrar que su esposa, Ginny Potter había adquirido los bienes y derechos de la editorial "El Profeta". Había sido un gran proceso legal, la editorial se había ido en bancarrota, o más bien había entrado a un concurso mercantil por no poder hacer frente al más del 80 % de sus obligaciones. El ministerio público mandó una demanda para iniciar una investigación a la empresa al notar ciertas irregularidades en su contabilidad, luego de una auditoria, el juez evaluó las pruebas y dictaminó el inicio del concurso mercantil. Fue un periodo bastante largo hasta que se llegó a la etapa de conciliación donde la empresa se conservó mediante un convenio, sin embargo, se llegó a la conclusión de qué lo mejor era declarar "El Profeta" en quiebra y fue ahí donde tía Ginny tomó la decisión de comprar la editorial.

Todos debíamos de ir de gala, y cuando hablo de gala me refiero que mi madre me obligó a comprar un vestido largo, zapatillas y hacer que me peinara y maquillaran, claro que todo esto lo hicimos en Londres, en Clevedon no hubiéramos ni conseguido un vestido decente que pudiera complacer mis gustos.

También habría muchos periodistas, inclusive reporteros para el canal de noticias, mi tía de pronto se había vuelto una celebridad y por supuesto toda la familia estábamos orgullosos, no sólo había rescatado una editorial con años de historia, sino que había rescatado el empleo de cientos de personas. Ella les aseguró que volvería a contratar a los empleados liquidados y con mejores prestaciones.

Tía Ginny tiene el corazón de oro, no dudaría ni un segundo en defender lo que es correcto y si es necesario, sacará su lado fiero. Yo siempre le he admirado eso. Hay muchas personas que nunca se rinden hasta conseguir lo que quieren, pero creo que es más importante o que agrega más valor a la acción cuando se trata de algo que no sólo trae un beneficio personal para ti, sino para muchas otras personas y que mejor que sea altruista.

Sadness AugustWhere stories live. Discover now