Mirada confundida

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Tengo una familia hermosa, pero algo me preocupa la mayor parte de estos días.

Que ya ni siquiera me deja dormir bien. Despierto y escucho como mi hijo habla con su juguete a puerta cerrada, como si se moviera escucho pasos, como si mi hijo a esa edad supiera tantas cosas... como si supiera simular otra voz que no es la suya.

Todo esto comenzó creo... que desde que es pequeño, siempre fue un pequeño muy extrovertido, que nunca quiso congeniar con su hermano gemelo, siempre encerrado en un mundo aparte, con sus muñecos de felpa, de los que estaba seguro, podía entablar conversaciones.

Pero todo pudo cambiar cuando cumplió 8 años junto a su par, al ser muy diferentes en actitud los gemelos solo de rostro recibieron sus obsequios.

Andrey devoro la envoltura, era lo que él quería, un lindo auto para jugar hasta que deje de rodar.

A Joel le resulto un poco más complicada la envoltura, pero el contenido le encanto, era un oso con uniforme de payaso, "clow" le llamo de inmediato, para decir bajo, "claro que seré tu amigo incondicional desde ahora"

Mi hijo cambio desde ese día, era un poco más sociable y se relacionó más con su hermano, eso me tenía tan aliviado, y por supuesto que a mi esposa también.

Pero las conversaciones nocturnas no me gustaban...menos cuando  salió corriendo gritando que quería su cuerpo y sus amigos de felpa de regreso.

En el desayuno se lo comenté a mi esposa, quien solo sonrió y dijo que no fuera paranoico.

Pero no olvidare el rostro de mi hijo de ese día, esa mirada... era lila completamente ido en algún pensamiento que no era despedirse de mí para tomar el autobús...

- Joel,¿Tú mirada es chartreuse? – pregunte acariciando su frente acomodando su cabello.

- Si, ¿Y? –dijo comiendo una tostada centandose en la mesa alejándose de mi mano.

- Puedo jurar que eran color lila...como...

Trague saliva enterándome de que posiblemente no eran paranoias mías, porque esa mirada solo la había visto en el payaso de felpa de ¿mi hijo? Ya no me sentía seguro de decirle así, tampoco sentía si mi familia estaba segura a partir de ahora y mucho menos, como recuperar la pobre alma de mi inocente.

Pero esa cosa en el cuerpo de mi hijo me sonrió en señal de que no íbamos a zafarnos fácil de él.

AtrapadoWhere stories live. Discover now