Don't say my name

Ellos/Jungkook

Jungkook admiraba a su hermano, siempre rodeado de amigos, bueno en deportes, popular con las chicas, su modelo a seguir, y él aunque no se sentía tan genial siempre había sido un imán para las amigas de su hermano mayor,  lo trataban con cariño y hasta coqueteaban con el bonito niño de 12 años,  se sentía importante, pero también le daba verguenza cuando los amigos de su hermano también lo abrazaban y le trataban como un bebé, se sentía extraño.

Esos ultimos meses se había estirado un poco y empezaba a tener más interés por cosas de grandes.

Jungkook había visto como su hermano entraba a su cuarto con la novia de turno y no salían después de buen tiempo, siempre era cuando sus padres no estaban y pensaban que ya estaba dormido.  Al poco tiempo escuchaba sonidos ahogados y la cama rechinar.

Generalmente él quedaba solo en casa o iba a la casa de Jimin, ese día despues de escuchar a su hermano y a su novia sintió las mismas emociones raras recorrer su cuerpo, quería escuchar mejor, quería ver la curiosidad lo consumía.

Su hermano odiaba que entraran en su cuarto pero a él le permitía coger sus cosas si quería, siempre era tan ordenado y meticuloso con todo pero está vez había dejado todo tirado al salir.

-...la computadora, jamás la deja sin bloquear, un día de suerte!

Se acomoda en la silla y la emoción lo embarga sobremanera, su hermano siempre había evitado que el toque su computadora, como si escondiera algo y quería saber qué, esto era un regalo de los cielos. Empezó a ver sus carpetas, habían ventanas minimisadas, una tenía un video en pausa, pensando que es una película le da play.

Era la novia de su hermano totalmente desnuda, y miraba directo a la camara mientrás se metía de entero el miembro de su acompañante, sus ojos casi se desorbitaron, era casi mágico, aparecía y desaparecía, él hacía los mismos sonidos que su hermano y ella empezó a dar gritos ahogados contra la almohada cuando el otro la penetró sin piedad, todo fue tan rápido tan.

- Mierda- exclamó sorprendido y su entrepierna le empezpo a doler, en el video su hermano se untaba aceite de bebé en el pene y en el ano de su novia, no se podía creer todo lo que estaba viendo en tan solo unos segundos.

El aceite estaba justo al lado del monitor ni se molestó en ocultarlo, bajó su cremallera y vio que aunque no estaba tan crecido como el de la pantalla, a medida que lo rozaba, se iba haciendo más grande y duro, se puso un poco de aceite en las manos, y empezó a presionar con reserva, sintio una corriente electrica, quería más, en la pantalla el otro estaba penetrandola cada vez más duro, ella ayudaba moviendo sus caderas, soltando sonidos de placer.

Se descubrió a si mismo gimiendo y trato de no hacer tanto ruido mordiendo sus labios, sintió algo venir, pensó que se iba a desmayar que perdía la razón, en la pantalla la cara de la chica estaba llena de semen, cerró los ojos y no pudo evitar un gemido prolongado que casi fue un grito de placer soltando una cantidad que jamás pensó que podía tener.

Con la mente en blanco medio muerto abrió los ojos y vio como su erección bajaba poco a poco, eso había sido demasiado bueno, malditamente bueno quería sentirlo de nuevo.

Cuando volvió a ver la pantalla ella volvía chupar tragandose los restos de la corrida.

- A qué sabrá? - Tan solo ese pensamiento le hizo volver a ponerse duro, pero qué estaba pensando, por qué se estaba empalmando solo con imaginarse probandolo también, en medio de su exitación pasó un dedo que tenía parte de su corrida y lo chupó.

- Sabe extraño -lo escupió- que asco.