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Ella, estaba de nuevo ahí, donde siempre.. En el balcón, contemplando las estrellas con su chocolate caliente, en su mundo.. Pensando, mirando el móvil cada dos por tres esperando un mensaje que nunca llegará... Se sienta en la poyata de el balcón, y comienza a susurrarse a si misma ' no vales nada, no le importas, mírate ¿a quién le gustarías?, das asco, muérete ya' , con lágrimas en los ojos, decide sentarse en la cama y comenzar a escribir, a escribir un carta de despedida, comencemos: «Queridos papá y mamá, lo siento, os he fallado de nuevo, se que no he sido como os habría gustado, no tenéis la culpa de nada, no habéis hecho nada malo, al contrario lo habéis hecho genial, lo siento enserio, siento haber estado así los últimos años, siento haberos tratado como una mierda, ser una rebelde y un maleducada, lo siento, puede que no os esperarais esto de mi, pensé que este momento llegaría un poco mas tarde, pero se me ha adelantado el reloj, ha llegado la hora, es hora de ser feliz, de acabar con este sufrimiento, ahora puedo decir que voy a ser feliz, después de tanto tiempo, por fin.. Lo siento... Se que saldréis de esta sin mi. Os quiere, vuestra hija» Observa su cuarto, aprovechando sus últimos instantes de vida, recordando todo lo que has pasado, de una vez por todas acabaras con esto, se asoma al balcón, coge su móvil, y envía su ultimo mensaje a esa persona por la que has dado todo «Pase lo que pase no olvides que te amo»… de nuevo, se sienta en la poyata del balcón, mira hacia abajo, se le cae una lágrima, coge su ultima bocanada de aire, y salta

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¿sabes imbecil? Yo solo quiero ser bonita, quiero ser delgada, carismatica, me encantaria gustarles a todos, ser sociable,poder ponerme la ropa que quiero, pero claro eso es imposible, soy una gorda, soy fea, tengo una personalidad de mierda, intento socializar pero fracaso, te detesto.- se dijo a ella misma frente al espejo.

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Yo te puedo decir que comí bien, que la comida me enloquece, que no me interesa mi peso, que soy muy feliz, que no me importa nada, que tengo la relación perfecta con mi mamá y papá, que no lloro casi nunca, me puedes escuchar reír cuando me insultan, pero no puedes ver la asustadiza y poco confiada chica que hay dentro mío. Tú me vez por fuera y juras conocerme... Pero no lo haces, nadie lo hace.

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¿Por que no comes? 

No tengo hambre. -

¿Qué le pasó a tu brazo?

Mi gato. 

-¿Lloraste? 

No, son mis alergias. 

-¿Cómo estás? 

Bien.

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¿Que ganas con hacer sentir mal a la gente?

¿Qué ganas?

¿Una mejor reputación? 

¿Dinero? 

¿Felicidad? 

¿Amor de alguna persona?

¿Vida eterna?

¿Respeto? 

Me imagino que no… entonces ¿ Por qué lo haces? Si no ganas nada haciendo llorar, sentir mal y dejando por el suelo la autoestima de una persona por que lo continuas haciendo cada día… ¿Por qué?

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¿Han tenido ese sentimiento en el que no se siente nada? ¿Ese sentimiento de vacío extremo? Existen dos etapas antes de llegar a ese sentimiento tan profundo pero a la vez tan simple. La primera etapa es ir guardándose todo para uno, no confiar en nadie. Ir aguantándose la pena, el dolor, la rabia, semana tras semana, hasta que llegas a un punto en el que ya no puedes más, y llegas a la etapa dos, bienvenido. Ésta etapa consta en expulsar todo lo expresado en la etapa uno. En ésta etapa uno colapsa, sientes que ya no puede más. Miles de pensamientos suicidas vienen a tu cabeza una y otra vez. Rondan por ahí como si fueran los dueños del lugar. Lloras todo lo que no pudiste llorar en la etapa uno. Sueltas todo lo que te estuviste guardando por mucho tiempo. Puede ser expresado en lágrimas, mal humor, odio al mundo entero, etc. Ésta es la etapa más dañina, ya que uno actúa violentamente, hasta tal punto de cortarse, o simplemente matarse. Si pasaste éstas dos etapas, felicidades, llegaste a la etapa tres. Ésta última etapa consiste en un vacío emocional continuo. Ya no sientes nada, aquí nada te afecta. Ya no lloras, como en la etapa dos, pero tampoco tienes ganas de hacerlo, como en la etapa uno. Sólo quieres dormir, por uno, dos, tres días, quizás para siempre. Ya no te importa nada, ya no hay un futuro para ti, ya no hay esperanzas, no existe absolutamente nada. No sabes que vendrá, y tampoco te importa. No esperas nada de nadie, ni de ti mismo/a. Y pasando estas tres etapas, te das cuenta que estás muerto por dentro, y que es casi imposible revivir te.

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