La Chica Del Circo~Abraham Mateo

1º Capitulo- Alfin 18

(Narras tú)

Estaba practicando mi rutina para la función de mañana cuando mi tío vino.

Federico: _____ mañana es tu cumpleaños, no es así?

Tú: Así es

Dije sin interés en la conversación.

Federico: Te gustaría que te haga un regalito?

"Me estaba hablando enserio?: Pensé.

Tú: No tío. Si no quieres no es necesario.

Federico: No ____ Como no te voy a querer dar un regalo? Después de todo son tus 18. Pero tendrás que esperar, será una sorpresa.

Me quedé parada viendo como se alejaba. No podía creer lo que había escuchado. Lo único que quería para mi cumpleaños era un poco de libertad. Los ensayos transcurrieron normalmente después de esa extraña conversación. Luego de eso, me fui a dormir. Entré en mi remolque. Este fue de mis padres hace mucho tiempo. Era colorido y estaba lleno de fotos de ellos. La cama en la que dormía también era de ellos y por ende era matrimonial. Luego de un rato de estar ahí dentro sentí como cerraban mi puerta con candado así que me recosté y dormí. A la mañana siguiente me levanté y me puse una camiseta verde agua con unos shorts y mis vans. Cuando salí, todos aquellos que no se habían ido comenzaron a felicitarme. En eso, me llamó mi tío, seguramente para darme esa "sorpresa" que tenía para mí. Entré a su remolque y él me comenzó a dar su sermón.

Federico: Ok ____ veras, hoy es tu cumpleaños número 18 y a esta edad se puede decir que ya eres una mujer así que he decidido darte un poco más de libertad, así que ten.

Me lanzó algo que cayó en mis manos.

Federico: Son las llaves de tu remolque, así que te podrás dar algunos paseos y quizá conseguirte otro trabajo. Pero eso sí, no te olvides de visitarnos, pero recuerda: entras una vez al circo y ya no te puedes ir. Así que si no funciona tienes que volver.

Tú: Gracias tío!

Y salí corriendo.

(Narra Federico.)

Le hice pensar a ____ que estaba dejándola ir así que le di las llaves de su remolque. Apenas salió me di vuelta. Se abrió la puerta que estaba detrás y entró una persona.

XX: Esa es la chica?

Federico: Sí, quiero que la sigas, que hagas que ella quiera volver.

XX: Está bien señor, así lo hare.

Federico: Muchas gracias no hay nadie en quien pueda confiar esto más que a ti....