Preludio a los caídos #8

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Soy el compositor de la orquesta sinfónica de mi ciudad, no me consideró muy bueno, pero también he logrado hacer algunas piezas decentes...

Y el preludio a los caídos número 8... 

Es una historia que aún me incomoda contar, pero, el día que cree esta obra, desperté muy agitado, sudoroso y con un gran gritó, tuve una de las pesadillas más horribles de toda mi vida; gente se quemaba, viva, encerrada, sin poder escapar, sus gritos destrozaban mis oídos, pero más, mi corazón. Junto con ello vino la inspiración, jamás había sido tan espontaneó y natural, cómo si conociera la pieza ya de años, y salió de mi tan inmediatamente cómo se presento, y lo que surgió fue...

Increíble... 

Una obra con poder, capaz de tumbar a cualquier persona a su asiento y hacerla temblar, hacer que las lagrimas broten y jamás cesen, y destrozar el corazón hasta su último rincón.

Todo bien, hasta que el día de su presentación; aún que el concierto fue glorioso, me enteré de una noticia por la noche, un orfanato, no muy alejado del salón de conciertos, había ardido en llamas, y ni una sola niña quedo con vida...

Lo que me preocupa de todo esto es que... Tuve otro sueño...

Y la inspiración volvio a brotar.

Cuentos Cortos para Viajes CortosWhere stories live. Discover now