Pensamientos de sombras

Carta de un suicida

Era asé una vez un árbol pequeño que se encontraba en el risco de una montaña, el árbol estaba muy sano, este árbol creció hasta llegar a ser un árbol de mediana estatura, pero sus hojas empezaban a enpalidecer, sus flores en vez de ser rosas, eran blancas, su tronco oscurecía cada vez mas, aunque en el lugar en el que estaba había la mejor vista y el mejor aire los truenos y las lluvias lo azotaban, el árbol perdía cada vez más fuerza...

Asi es como estoy ahora, cimentado en piedra pero no resistente como quisiera, con una gran imaginación y una gran vista desde mi escritorio pero nada bueno me deja la vida que me toco vivir, en unos meses mas sabré si seguir viviendo o hasta aquí y tirarme al mar para ser devorado por el mundo y su globalización

Vuelve, te extraño, no sabes cuanto me haces falta.