Las noches son largas cuando te recuerdo. El frio y el silencio aprietan mi alma tanto que me hacen llorar…
Nunca me había sentido tan llena de vida, jamas creí que alguien pudiera regresarle la vida a este cuerpo lleno de cicatrices.
Pero tengo celos, tengo celos de todo lo que te rodea.
Debería ser yo quien te haga reír o enojar, debería ser yo quien limpie tus lagrimas o te abrace tan fuerte para que no caigas al abismo… o por lo menos tomar tu mano para lanzarnos juntos.
Desearía ser yo la primera persona a la que saludaras por las mañanas y la última a la que besaras antes de irte a dormir después de un largo día. Debería ser yo quien te grite o te reclame por tonterías, o guardar silencio mientras me regañas.
Amaría ser quien te ayude a arreglar la casa dependiendo el festejo del mes, o cantarte las mañanitas en la madrugada para así iniciar la celebración de tu cumpleaños.
Aunque me duela pensar en que alguien más a veces ocupa mi lugar, no puedo dejar de suspirar tu nombre y soñar contigo despierta… no puedo contener mis recuerdos y mi llanto cada vez que la soledad me atráe hacia su pecho.
Pero esperaré entre las sombras a que ese día llegue… porque así lo quiero.
Desearía que fueramos solo tú y yo… solo tú y yo…
Soledad
Soledad, una noche más a tu lado.
Me abrazas con fuerza.
Me murmuras al oido promesas de amor eterno.
Me hipnotizan tus palabras, tus brazos me protegen
de las palabras vacias…
…de un mundo de mentiras.
Soledad, no me sueltes, no me abandones
No me dejes caer como los demás lo han hecho.
No me mires con odio como ellos me miran.
Amame… como siempre lo haz hecho.
Matame… si es necesario…
Soledad, una vida contigo.
