Capítulo 2

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Si es sólo que tus labios son imposibles de no mirar - soltó sorprendiendose a si mismo.

El rubio sonrió de manera coqueta acercandose al joven a centímetros de su rostro - ¿quieres probarlos? 

Jared sonrió y asintió, sintiendo el aliento del mayor mientras este lo besaba lentamente. Jensen lo atrajo hacia el tomandolo de la cintura mientras el más joven acariciaba su cabello castaño pasando sus dedos. Estuvieron en esa posición por unos minutos más hasta que tuvieron que separarse por falta de aire.

El castaño sonrió y mordió su labio sin dejar de mirar al otro que le sonreía relajadamente. Se sirvieron más trago y empezaron a hablar de cualquier cosa, riendo y divirtiéndose.

- Debo irme- dijo Jared mirando su reloj de bolsillo- son más de las tres de la mañana y le prometí a la mama de Jess que llegaríamos relativamente temprano - sonrió.

-Es una lástima Jared-sonrío- espero verte de nuevo.

-Así será - busco entre tanta chucheria una servilleta y un lápiz y escribió allí su número- puedes llamarme cuando quieras guapo.

Salió de la casa buscando a Jessica, pero no había rastro de la rubia por ningún lado, la llamó a su celular incontables veces pero no contestaba. A cada chico o chica que encontraba preguntaba por ella pero siempre negaban haberla visto.

Realmente se preocupó, salió de la propiedad de Darren y empezó a llamarla, entonces escuchó un ruido en uno de los callejones y fue a investigar.

- Ya déjame, no quiero- replicó una rubia tratando de alejar a Drácula de su cuello pero no lo estaba logrando- sueltame Ian por favor, ya no quiero.

- Ian, ¿no escuchas, que la dejes en paz por una maldita vez? - preguntó el chico intentando separarlo.

- ¡Sueltame Padalecki!, no es de tu incumbencia - respondió el ojiazul resistiendose- o ¿quieres ganarte una paliza?

- Ya quisieras Somerhalder, sabes que en ese caso yo ganaría, siempre lo hago.

Ian sonrió de manera pretenciosa, acercándose al joven quien se mantenía allí seguro como un roble. Ian Somerhalder era el chico que era muy bueno en todo: deportes, clases y chicas, pero constantemente era un patán para conseguir lo que quería sobre todo con lo último mencionado.

 Ian Somerhalder era el chico que era muy bueno en todo: deportes, clases y chicas, pero constantemente era un patán para conseguir lo que quería sobre todo con lo último mencionado

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Y eso lo sabía Jared que en ningún momento se dejó intimidar por el grandote. Nunca le quitó la mirada ni cuando estaban a centímetros chocando su aliento.

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