Así fue, caía en su mirada sin ningún colchón que me sostuviese desde lo alto de sus ojos. Desde lo alto de sus expectativas y deseos,
Pero ahí estaba el, para sostenerme entre sus sus brazos y clavarme esa mirada cautiva y psicopata cada que podía. Esa mirada que me volvía loca cada vez y cuando. Suspire y respire profundo quedándome sin aire por la cercanía de sus labios hacia mi boca. Entre mi cabeza todo da vueltas,su nombre le da sentido a mi vida y cada pequeño defecto se convirtió en una gran virtud. Nunca lo juzgue y poco a poco me enamore
Me enamore de sus defectos
Me enamore de su mirada
Me enamore de su voz,incluso de su risa.
Me enamore de la locura que lleva dentro
Me enamore hasta de las letras de su nombre
Me enamore de su frialdad cuando nada puede llenarlo.
Ese mismo día solté mi cabello sobre mi almohada y entre mis pensamientos solo me acompañaba esa maldita mirada.
Desde ahí comenzaron mis problemas, desde ese día supe que esa mirada estaría ahí hasta en mis días malos.
Me agarro la mano y me miro de una manera que solo el podía, llamando toda mi atención sin lugar a duda
Todos mis sentidos estaban atentos a sus movimientos pero al rato de la hora no reaccionaban de los nervios.
Mis manos sudaban y muchas veces titubeaba quedándome en una absurda palabra que solo demostraba mis nervios ante la situación.
Mis días se alegraban al solo ver su sonrisa, creer que yo era el motivo de aquella sonrisa me alegraba la vida y saber que yo estaba ahí para hacerlo feliz.
