Capítulo 7

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~Narra Jennifer~
Sin duda ésta noche ha sido la más pacífica y linda de todas.
Sebastián realmente se portó como un verdadero caballero y amigo, no me cuestionó a pesar de que estaba muy confundido por mis reacciones. Sin contar que me ofreció su compañía para no quedarme sola en mi casa.
En éste momento me encuentro en su recámara, como no puedo dormir me he puesto a dar vueltas por el cuarto. Hay muchas fotos de él y su familia, al verlas me comienzan a arder mis ojos y como acto seguido comienzo a llorar muy levemente. Parece una familia muy feliz, cómo la mía hace años. También puedo ver trofeos de varios deportes, su recámara es muy fresca y cálida, salgo hacía la cocina, normalmente cuando tengo insomnio voy a la cocina por un vaso de leche y algo para comer. Al salir del cuarto veo a Sebastián acostado en el sofá arropado con una chamarra, paso con mucha cautela para no despertarlo, llego a la cocina para sacar algo de ahí, cuando escucho una voz detrás de mí.

- ¿Ya estás mejor? - Sebastián dice mientras talla sus sus ojos con la palma de sus manos

- Si, gracias - Le digo volteándolo a ver

- ¿Tienes hambre? - Me dice viendo mi mano en el refrigerador

- Si, perdón por no pedirte permiso - Le digo apenada

- No hay problema, al contrario, perdón por no invitarte de cenar - Me dice rascándose la nuca

- Bueno, ¿Quieres cenar? - Le digo señalando la mesa

- Es buena idea - Me dice sonriendo

"Dios que hermosa sonrisa y con esa ropa se le podía ver su perfecto cuerpo sin problema".

Saqué algo del refrigerador, cociné algo ligero, después comimos juntos, estabamos demasiado callados, al terminar él me agradeció y me dió un tierno beso en la frente mientras me daba las buenas noches y se iba a acostar en el sofá.

- Espera, ¿Qué haces? - Pregunto al ver que se acuesta en el sofá

- Dormiré - Contesta aún acostado

- No es justo que tú duermas ahí - Añado señalando el sofá

- Pues yo no te voy a mandar al sofá - Me dice mientras se sienta en el sofá

- En la cama hay espacio para ambos - Le digo señalando la cama

- No es necesario - Contesta

- Por favor no me hagas sentir mal - Le digo jalando la cobija

Después de una larga charla sobre donde dormir y cuando por fin aceptó dormir en la recámara nos encontrábamos sentados en la cama, cuando una pregunta rompió el silencio.

- ¿Por qué no quieres estar en tu casa? - Pregunta con mucha duda

Creo que es justo que él sepa después de todo lo que le he hecho pasar

- Bien... - Comienzo a hablar - Yo vivo con mi papá, pero últimamente es un infierno vivir con él, a veces toma mucho, se la vive en el trabajo y al salir desconozco a donde se vaya, no me gusta estar sola pero tampoco me gusta estar con él porqué siempre peleamos

- Entiendo, ¿Te puedo ayudar en algo? - Me dice tomando mi mano

- Estás bromeando, ¿verdad? - contesto con risas

- Perdón, ¿Dije algo malo? - Me dice preocupado

- No, simplemente que ya me haz ayudado mucho - Le digo tomando sus manos y lo abrazo - Te quiero... agradecer - Digo nerviosa en su oído

- Pero sí es un infierno tu hogar, ¿Por qué sigues ahí? - Me dice cuando lo suelto

- Porqué amo a mi papá, porqué sé lo que ha sufrido, porqué me necesita tanto como yo a él - Le digo y siento como mis ojos comienzan a arder

- No era mi intención - Me dice apenado

- No me enoja, hace que me lleguen recuerdos - Digo limpiando mis lágrimas

- ¿Recuerdos? - Pregunta curioso

- Estoy con él porqué mi mamá nos abandonó, porqué no quiero dejarlo yo también - Comento

- Yo no sabía - Me dice mientras me abraza

- Hay mucho que no conoces de mí - Contesto rápidamente

- Estamos solos, nadie nos interrumpe, creo que éste es el momento para conocerte a fondo - Me dice poniendo sus codos en sus piernas y recargando su cabeza en la palma de sus manos

- No lo creo - Digo negando con la cabeza

- Pero, ¿Por qué? - Él realmente está confundido

- Porqué sí te digo todo de mí, seguro te vas a alejar - Menciono de inmediato

- Todos tenemos un pasado gris - Me dice tomando mis manos

- Okay... confiaré en ti - Comienzo a hablar - Me llamo Jennifer Rojas Weasly, tengo 18 años y quiero estudiar bioquímica - Bromeo

- Dime algo más profundo - Dice interesado

- Amo la música - Añado, pero al ver su expresión empiezo a hablar seriamente - Antes yo era una chica feliz hasta que un día mi madre nos abandonó, tardó dos años en buscarnos, al hacerlo mi hermano se mudó con ella, yo me quedé con mi papá por lo que te dije, él y yo vivíamos bien hasta que hace aproximadamente un año que recibimos una llamada, mi papá contestó, entonces yo me iba a alistar para salir a comer como todos los domingos - Hago una pausa para respirar profundo

-¿Que paso? - pregunta él con suma preocupación

- Entonces al bajar veo a mi papá sentado en el sofá con la cara entre las manos, a lo cual me acerco y le pregunté qué es lo que había sucedido, él me dijo que mi hermano Noah había muerto en un accidente automovilístico - me suelto a llorar - mi papá me dijo que mi madre nos necesitaba allá porqué teníamos que velar a mi hermano. Desde ése maldito día él se la vive triste, borracho, fumando como loco y trabajando hasta el cansancio. No sólo murió Noah también mi padre y con él mi felicidad

- Lo lamento, lamento todo lo que te sucedió y lamento hacer que lo recuerdes - Dice apenado y me abraza

- No hay ningún problema, creo que de alguna u otra forma esto me ayuda a desahogarme - Susurro en su oído y me dejo guiar por el abrazo

Nos fundimos en un abrazo, hasta calmarme para después terminar dormidos en la cama.

Entre La Venganza Y El AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora