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Yoongi si que tenía la peor suerte del mundo. De todos los alumnos de su clase tenía que tocarle hacer trabajo social con el más guapo que había visto en su vida; su "crush" si podemos ser más absurdos.
Yoongi era muy malo razonando en situaciones que alteraban su sistema nervioso, se sabía de sobra, así que cuando Hoseok le preguntó dónde harían el trabajo el pelinegro no reparó en decir que en su casa porque el ruido de la calle no le dejaba concentrarse. Era una excusa muy barata para ser Min Yoongi el que la había dicho; él era el tipo de persona que piensa las cosas antes de hablar, pero había algo en Hoseok que lo llevaba a seguir la corriente de sus instintos, y a Yoongi esa idea no le agradaba demasiado.

Por suerte la casa del mayor no estaba muy lejos de la escuela, así que el silencio (para él incómodo ya que no era un gran conversador y eso le estresaba) no duró más de lo necesario.
El padre de Yoongi solía llegar bastante tarde del trabajo y su hermanita pequeña se encontraba de visita en lo de su abuela así que estarían solos el resto de la tarde.

-"Eres cruel, Universo" pensaba Yoongi, y el Universo tenía ganas de gritarle que le estaba haciendo un gran favor y que fuese más considerado.

Llegaron por fin a la casa del más bajo. Cuando quiso sacar las llaves de su mochila se le cayeron de lo temblorosas que tenía las manos, maldijo por lo bajo mientras las levantaba del suelo, abría la puerta y dejaba pasar al pelinaranja.

-Ponte cómodo, yo vuelvo en un minuto - no esperó a oír respuesta de Hoseok ya que se fue corriendo al baño. Al entrar y cerrar la puerta, se quitó los lentes y se mojó la cara en el lavamanos, luego se miró al espejo.

- Vamos Yoongi no seas idiota por una vez en tu vida y cálmate, solamente es un trabajo práctico. No entres en pánico. - Se repetía frente al espejo en un intento de darse ánimos y no desmayarse de la vergüenza.
Pasó por su habitación para tomar la laptop y volver a la sala de estar, donde se encontraba Hoseok mirando un pequeño retrato familiar que se encontraba en uno de los muebles.

- Eras muy tierno de pequeño, Yoongi. Casi no haz cambiado - El mayor podría jurar que toda su sangre se había concentrado en sus dos mejillas.

- ¿Gr-gracias? - Yoongi nunca sabía como responder a los cumplidos así que se dedicó solamente a correr al sofá y encender de una vez la computadora sobre la mesita del centro.

- Y bien, ¿tienes algún tema pensado para el trabajo? - cuestionó Hoseok mientras se sentaba junto a Yoongi en el sofá.

- De hecho tengo dos temas de los que me gustaría hablar, uno es el comienzo del empoderamiento femenino en la historia, o si no el daño que provocan las empresas multinacionales tanto en la naturaleza como en la sociedad misma - dijo Yoongi casi quedándose sin aire, miró a Hoseok acomodando sus lentes esperando una respuesta.

- Wow... dos temas completamente distintos y casi igual de interesantes - respondió el menor poniendo una pose pensativa que dejaba a Yoongi admirar su hermoso perfil; la verdad se preguntaba cómo haría para soportar el tiempo que durara hacer el trabajo. Hoseok lo miró y dijo - pero el empoderamiento femenino es algo que en nuestra escuela no es común de hablar, así que seamos originales y hagamos eso.

- Opino igual - añadió Yoongi con una pequeña sonrisa que borró al instante y se volvió hacia la laptop para abrir el navegador. Hoseok no pudo evitar ver el fondo de escritorio y chilló al ver de que se trataba.

- ¡PERO QUE PERRITO TAN BONITO! ¿es tuyo? - gritó de repente y Yoongi pegó un salto.

- S-sí eh... se llama Holly, es un caniche - "Yoongi es muy obvio que se trata de un caniche. El chico no es estúpido, pero tu sí" se regañó mentalmente.

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⏰ Última actualización: Apr 24, 2018 ⏰

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