Una mirada

A la distancia

Siempre miraba desde lejos, y aun así daba en el blanco. Era lo mismo con sus compañeros de equipo, comtinuamente mirándolos desde la distancia.

Podía notar cuando Tony se mostraba decaído o sufría algún ataque de pánico, en esos días gustaba de fastidiarlo con más ahínco incluso lo retaba en algún juego de video, sonreía al ver como el genio aunque molesto aceptaba sus desafíos y haciendo que aquellos pensamientos que lo atormentaban desaparecieran casi por completo.

Sabía cuando Natasha enfrentaba un mal momento o recordaba algo de su pasado, en esas ocasiones llevaba a la pelirroja por las calles de New York para caminar y casualmente llegaban a un estudio de ballet, ahí la mujer miraría con admiración y fascinación a las niñas inclusive alguna de ellas le pediría que practicaran.

Con Bruce era menos difícil, pero podía detectar cuando este se encontraba ansioso o triste cuando una misión no salía bien, y que de alguna manera Hulk hubiera causado algún estrago. En esos momentos se acercaba con una taza de té, y le relataba una que otra experiencia al científico, ambos se sumergían en breves y divertidas charlas aunque le costara entender de vez en cuando las jergas científicas que Bruce decía.

Steve era algo más fácil de leer, no era por menospreciarlo al fin y al cabo Tony era quien mejor escondía sus emociones, por lo que había aprendido a leerlos a todos ellos.

Su líder no era la excepción, además de que este simplemente no lo ocultaba, menos cuando destrozaba los sacos de box. Acompañaba al soldado en esos entrenamientos y cuando estaba lo suficientemente relajado preguntaba, Steve aunque algo dudoso respondía sobre sus temores e inseguridades, como a veces las pesadillas lo hacían dudar sobre si lo que vivía con todos ellos no era un sueño.

En momentos como ese Clint tan solo sonreía y la daba una que otra opinión, que si bien no borrarían los temores del soldado al menos le ayudarían a entender, que esta era su realidad.

Porque al igual que él, en ocasiones se levantaba asustado y temeroso. Creyendo que todos ellos solo eran parte de su imaginación, que aún seguía siendo uno de los soldados más leales de SHIELD.

Pero entonces mientras caminaba a la cocina podía escuchar los comentarios sarcásticos de Tony, las respuestas de Natasha ante las palabras del genio, escuchaba a Bruce tratando de que ellos dos no iniciaran un conflicto, y a Steve diciéndoles que parecían unos niños.

En el marco de la puerta se permitía contemplar la escena. Tony peleando con Natasha sobre la preparación de un platillo, Bruce en medio de los dos tratando de calmarlos, y Steve tan solo suspiraba de frustración ante la batalla infantil que proporcionaban ellos dos.

No pudo evitar sonreír, porque si bien era cierto, todos eran completamente distintos, en ese preciso momento sentía la calidez que siempre ansió sentir, aquella calidez que desde joven anhelo.

Porque en ese momento sabía lo que era tener una familia, y que haría lo que sea para seguir disfrutando de ella.