Maratón 2/3
Directora: -¿Qué le hiciste a mi hijo?
TN: -Revíselo completo. Se dará cuenta que perdió un par de cosas en estos días.
Directora: -Le quitaste la inocencia mi hijo.
TN: -Se equivoca. Yo no lo violé, él se dejó.
Directora: -No tienes la más mínima vergüenza ni respeto por nada.
TN: -¿Hasta ahora se da cuenta? Le dije que no se metiera conmigo, les advertí que no me internaran en ese reformatorio mediocre, y por no obedecerme su niño pagó las consecuencias.
Directora: -Veo que lo que Harry me dijo es totalmente falso. Él creyó en ti y no te expulsé la primera vez porque él intervino.
TN: -¡Harry que sabe de la vida! 18 Años rodeado de mujeres y aún no había estado con ninguna, le enseñó muy bien pero...no contaba conmigo.
Directora: -Stif, que la escolten hasta la camioneta y ayúdame a sacar a mi hijo de aquí.
Stif: -Si, señora.
Unos tipos me tomaron de los brazos y me sacaron, me introdujeron en la camioneta junto con Harry inconsciente, y claro, un agente de seguridad.
Directora: -Llamaremos a tus padres cuando amanezca.
TN: -¿No puede ser hoy? Ya tengo planes para mañana.
Directora: -¿Por qué él está ebrio y tú no?
TN: -Es la primera vez que Harry bebía alcohol. Si quiere la invito a un trago para que sepa de lo que hablo- reí.
Directora: -Eres incorregible.
TN: -Deje de decir cosas que ya sé.
Llegamos al internado finalmente, todo estaba oscuro y vacío, todas estaban dormidas ya.
TN: -Ya extrañaba el olor a cárcel- suspiré.
Directora: -Escolten a la señorita hasta su habitación, con discreción.
TN: -No se olviden de sacar a Harry, le preparan unas pastillitas para cuando despierte- me burlé.
Me llevaron hasta mi antigua habitación. Lo mejor de todo fue que mis antiguas compañeras estaban ahi, sobre todo la que más quería ver; Jade. Los de seguridad se fueron y yo me lancé sobre una de ella; fuera quien fuera. De ahí salto ¡Andy!
Andy: -¿___(TN)? ¿Eres un espectro?
TN: -¡¡Andy!!- La abracé.
Andy: -¡Despierte, chicas! ¡Llegó la princesa del faje!
Todas se levantaron.
Allie: -¡___(TN)!
Jade: -¡Amiga!
Se levantaron y nos dimos un abrazo las tres.
Nos sentamos y les conté todo lo que había pasado, ellas morían de asombro, claro que no les conté de mi plan. No les tenía la suficiente confianza para mostrarles ése lado, luego se lo contaría a Jade en privado. Además, también planeaba sacarla a ella de ahí. Al fin de unas horas hablando nos dormimos.
A la mañana siguiente me desperté como nueva, la resaca ya no funcionaba conmigo, más bien me daba dolor de cabeza no tomar alcohol la noche anterior. Entró la directora.
Directora: -Báñate y vístete. Te veo en mi oficina. Salió.
Jade: -Estás en problemas.
TN: -No me digas.