Mi Inspiración

Capitulo 9

Narra Sehun

Luego de eso nos sentamos a comer, Yeol empezó a hablar de cualquier cosa, Elizabeth lo miraba sonriente, yo los miraba confundido, terminamos de comer, coloque los platos en el lavaplatos y Elizabeth empezó a lavarlos, con ChanYeol recogimos la mesa, mire de reojo a Elizabeth, ChanYeol me golpeo el hombro, lo mire confundido este me dio una sonrisa pícara y empezó a mover las cejas, suspire y negué con la cabeza, me despedí y subí las escaleras, entre en la habitación, cerrando la puerta en el proceso, camine a la cama, pero tocaron la puerta, a paso lento y perezoso, me acerque a la puerta, la abrí y un ChanYeol sonriente estaba allí, deje que entra, nos pusimos a hablar, me pidió la libreta, donde tengo anotado, las melodías que he escrito en las últimas semanas, las vio y una sonrisa, se formó en sus labios, solo dijo: "Hermoso". Nos quedamos hablando de varias cosas y entonces dijo, algo que me alivio el corazón de una forma que ni yo puedo explicar: "Elizabeth y yo nos conocemos desde hace unos años, todos los veranos y primaveras vengo y me quedo en este lugar, tranquilo no me gusta Liz" luego de eso me dio ánimos de seguir escribiendo melodías y se fue, me acosté, cerré los ojos y me quede dormido

Me levante, vi por la ventana que aún no había amanecido y estaba más que oscurecido, me volví a acostar, cerré los ojos, pero no pude volver a dormir, con frustración, me volví a levantar, me coloque una camisa manga larga y arriba de esta una chaqueta de invierno, tome mi teléfono, junto con los audífonos, la libreta donde tengo anotado las melodías y salí de mi habitación, baje las escaleras, no sé qué hora son, pero aún está oscurecido, el sol, ni siquiera se mostraba, vi la hora en mi teléfono 4am, es muy temprano, abrí la puerta con sumo cuidado, el aire frio choco con mi rostro, vaho, eso fue lo que salió de mi boca cuando suspire, salí de la hostería, cerrando la puerta con el mayor cuidado posible, camine hasta que llegue al jardín de lavandas, que está enfrente de la hostería, me senté en medio de todas esas flores de lavanda, conecte los audífonos en mi teléfono y coloque mi lista de reproducción de música clásica y una que otra de hip-hop, empecé a escribir melodías, con el compás de las músicas, moví la cabeza de lado a lado, golpee el lápiz contra la libreta, tenía algo bueno allí, pero debía encontrar la forma correcta para poder contrastarla con todo, coloque el lápiz en mis labios, levantando el superior, cerré los ojos, me acosté en el pasto, coloque una mano en mi nuca y suspire, abrí mis ojos y me sobresalte al ver a Elizabeth allí, viéndome, con curiosidad, me volví a sentar, ella se echó para atrás, la mire confundido y ella me devolvió la mirada, pero con más curiosidad que confusión, su mirada se fijó en la libreta, en un movimiento rápido, ya tenía la libreta en manos, me sorprendí por lo rápido que fue, trate de quitársela, pero se movía de lado a lado, me rendí y deje que ojeara la libreta, se sentó a mi lado y siguió viendo las melodías, yo seguí escuchando las músicas, que se reproducían aleatoriamente, cambiando de clásica a hip-hop, gire mi rostro y vi a Elizabeth, concentrada leyendo lo que estaba escrito en la libreta, sabe leer "partituras", entre comillas ya que no son partituras, y me di cuenta de que no tiene, un abrigo o suéter, fruncí el ceño, me empecé a quitar la chaqueta y se coloque

-Eres muy descuidada-dije mientras le colocaba la capucha-está haciendo frio

-Tranquilo-dijo, mientras se quitaba la capucha-no tengo frio-estornudo

-Mejor-dije mientras la veía-déjate la chaqueta puesta-le subí el cierre y le volví a colocar la capucha-si te resfrías, va ser mi culpa-un sonrojo se apodero en sus mejillas, que se iluminaron por el sol que empezaba a salir

-Gracias-dijo

-De nada-dije mientras me giraba a ver el amanecer-ten-le coloque uno de mis audífonos en su oído-escucha esto

-Bien-dijo

El amanecer se hizo más visible, el sol empezó a subir e ilumino el campo de lavandas, alejando la noche y trayendo un nuevo día, Elizabeth coloco su cabeza en mi hombro, no hice ni dije nada, solo nos quedamos viendo el amanecer en el bello campo de lavandas.