Una noche como otra cualquiera

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Espero una vez más a que las marcas borrosas desaparezcan tras la puerta. Cuando lo hacen, me pongo las gafas y procurando no llamar la atención de mis padres, que hace cinco segundos eran esas extrañas sombras de colores, me levanto a coger el ordenador que está sobre la mesa.
Cualquiera pensaría que estoy ocultándole algo a mis padres. Bueno, pues "Cualquiera" Tiene razón, por una vez. No es nada típico de la gente de mi edad, al contrario, pero ya lo veréis.
Como iba diciendo, cojo el ordenador, me siento cuidadosamente en la cama y me pongo a escribir. Las palabras brotan de mí como el agua en una fuente. Un agua que nunca se acaba y que es cristalina y silenciosa. Esas palabras, plasman en la pantalla un capítulo más de un relato que espero que llegue a ser una famosa novela, admirada por todos. Como véis, quiero ser escritora.
Seguramente, no entendáis el por qué de ocultarle esto a mi familia, pero lo voy a tratar de explicar.
Lo que yo siento por las páginas que escribo es algo especial y único, personal y satisfactorio, algo que de algún modo, se ha ganado gran parte de mi vida, de mis pensamientos, de mi corazón. Quiero entretener a la gente con lo que escribo, pero cuando sea el momento. Por ahora, lo que espero que sea una futura novela, no es más que un borrador y si mis padres lo leen, criticarán por todos lados todo, desanimándome y provocando que deje de escribir.
Espero que ya haya quedado claro, a si que volvamos a lo que está sucediendo.
Estoy contando la vida de una chica llamada Revel y de como cambia al darse cuenta de que es adoptada. No quiero decir la trama, es una sorpresa, pero puedo decir que no es de fantasía pero si bastante cruel.
Con este relato, trataré de, a parte de darle un sentido cómico, aportarle uno psicológico. La protagonista, será víctima de sucesos que le serán imposibles de superar y de como le afectarán mentalmente.
Acabo el capítulo y me voy a dormir.
Me despierto llorando, con un recuerdo amargo, pero yo estoy alegre pues utilizaré mi recuerdo como idea para una nueva parte de la historia.
Tal vez, no sea buena idea escribir en el libro cosas que he vivido, como el sueño que me ha hecho llorar, como las muertes que he presenciado, las vidas que he arrebatado sin piedad alguna, las voces; mis mejores amigas; que me piden que lo haga y lo que eso supone cada día para mí, pero bueno, quiero que la gente sienta lo que yo.
Noto el tacto del húmedo cuchillo bajo la almohada, me transmite más recuerdos de la noche anterior y los escribo todos para mi nueva novela. Agarro el afilado objeto por el mango firmemente y me levanto a buscar nuevos recuerdos a petición de mis amigas.
Por cierto, me llamo Revel.

La Vida De RevelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora