Condena de Muerte

El éxito no da la Felicidad

Un hombre de 24 años de edad,llamado Alfonso cuya posición en el Banco ''Visión'', era el de Gerente de Recursos Humanos.

Puede ser que su sueldo fuera muy bueno, pero, ese hombre se sentía vacío. 

Su madre había muerto de cáncer cuando el tenía apenas 14 años y de su padre nunca supo. Se dedico a sus estudios, que pudo pagar gracias a que en las tardes trabajaba de Ordenador y Reponedor  en una pequeña tienda, que era del que alguna vez fue su ''padre'' (no de sangre obviamente). Este buen señor de 56 años de edad en esa época llamado Mario que le dio muchas lecciones al pequeño Alfonso, murió cuando el muchacho tenía 17 años, producto de un paro cardíaco. El joven recuerda que al momento de morir este señor en vez de sufrir por el dolor producido por este hecho, sonreía y lágrimas salían de sus ojos como si estuviera orgulloso de algo.

Luego de la muerte de Mario, el joven estudió durante 3 años, consiguió un grado en Bachiller y tomó cursos avanzados de negocios y marketing. Logró conseguir empleo a los 21 años en un banco llamado ''Visión'', al principio fue complicado adaptarse, pero a las 3 semanas logró adaptarse a lo que sería su rutina.

A excepción de sus 8 horas de rutina laboral, en su hora de colación y en sus tiempos libres, este hombre siempre escribía en cuadernos todo lo que le apetecía. 

Pero había algo que siempre lo dejaba pensando durante muchos minutos, antes de la muerte de su madre, solía ver a una muchacha cerca de su barrio, la cual recuerda que siempre lo apoyo en todo, inclusive si hacía travesuras. Pero también recuerda como el dejó de juntarse con ella, esta decisión que tomó fue para el un error que lamentaría a futuro, solo recuerda aquella discusión que tuvo con Susana en aquel hospital.

- Susana (con voz tímida) : No estés triste ''Fonso'', mis padres te conocen y quieren que te vayas a vivir con nosotros. ¿Quieres?

-Alfonso (muy molesto y entre llanto) : ¡Tu no lo entenderías! ¡Ella era la única persona que nunca me abandonaba! Y esta maldita vida... ¡No quiso que me viera convertirme en  alguien importante!

-Susana (asustada ante el grito) : N... No tienes que desquitarte con las personas que te quieren apoyar en los momentos difíciles...

Lo que hizo el muchacho luego fue correr, salir de ese lugar, mientras su llanto se descontrolaba y sus pensamientos se nublaban. Corrió durante muchos minutos, sin mirar de frente, el muchacho tenía la cabeza abajo mientras lo hacía. Sus piernas comenzaron a doler  y fue entonces cuando chocó con un hombre de gran bigote y muchas canas, este hombre fue el que lo ayudó durante los años que venían.

El muchacho no vivió en las mejores condiciones, pero tuvo educación, lo cual lo agradece mucho. Este hombre llamado Mario siempre le decía que tenía que ser fuerte, a pesar , de que el mundo se estuviese destruyendo. Pero lo que más le impactó fue que siempre le dijera que tuviera la vista al frente.

En la actualidad Alfonso trabaja 6 días a la semana y el día que tiene libre va a visitar la tumba de Mario, siempre habla con el, le dice que lo extraña y que a veces pide respuestas, pero nunca las recibe. Alfonso al retirarse del cementerio y dejar una vela en aquella tumba, se va mucho más relajado... Pero hay algo que aun no le deja tener paz interna. El recuerdo de aquella chica, a la cual despreció y no volvió a saber de ella.

Lo que también hacía en su día libre, era escribir acerca de esta muchacha llamada Susana y la falta que le ha hecho en su vida. La felicidad que siempre recibía por parte de ella, las aventuras que siempre vivían y de los problemas de los que ella lo sacaba por cada tontería que hacía.

Miraba al cielo y se preguntaba:

¿Aun sigues en este mundo?

Me gustaría saber de ti, pero luego de lo que te hice ese día...

¿Tu querrás saber de mi?

El trabajo en el que estaba no le daba alegría, ni en lo más mínimo.

Su rutina le aburría, cada día nuevo era igual al anterior.

Todos los días lo mismo...

Alfonso tenía mucha tristeza en su interior, pero debía seguir firme, por su padre Mario y por esas respuestas que tanto anhela.  Acumulaba tanta tristeza, pero nunca lloraba, la manera de dejar salir dicha tristeza era escribir, aunque aun así no lloraba, sentía un alivio muy pequeño, pero alivio al fin y al cabo.

                                                                                            ººº 

Primera parte de la historia de Alfonso , es más una introducción a la vida de este hombre.

Lo que acontecerá a futuro en esta historia es más impactante.

Requiero de su humilde opinión.