Único

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Diría que volvieras a mi lado, pero ya es tarde para decir eso ¿no?

Desde que nos separamos creí que estaría bien, al fin y acabó no te había marcado.

Nosotros no éramos nada.

Al principio fue bueno, lo admito.
Volví a esa vida en donde me iba con mis amigos a fiestas llenas de alcohol, drogas, cigarrillos y uno que otro chico para pasar la noche. Así me la pase por un par de semanas, conocía a muchas personas y con algunas llegué a salir, cuyos nombres juró que ya no recuerdo.

HoSeok mi mejor amigo, siempre me decía que estaba mal, que esa persona que tenía enfrente de él ya no era su amigo.
¡Vaya, tenía tanta razón! Ya no era ese Kim SeokJin alegre, risueño e hilarante, aquel alfa impaciente por llegar a casa para mimar a su omega o recibir cariños por parte del mismo después de una larga y pesada jordana de trabajo, ahora era un alfa sin vida, pero dime ¿Cómo no lo estaría? Si me faltabas tú.

Entre fiesta y fiesta, conocí a Min YoonGi.

Es un buen chico, no lo voy a negar, pero era como yo, roto e incompleto, le falta su omega como a mí el mío. Los dos sabemos perfectamente que no está prohibido la relación entre dos Alfas, simplemente es un caso sin remedio.

Pero, ¿Sabes? Fuimos un apoyo mutuo durante dos años, ambos dejamos las fiestas por salidas nocturnas, visitas a los zoológicos y de vez en cuando ver alguna película o ir a comer a cualquier lugar. Nos habíamos convertido en grandes amigos.

Todo comenzaba a mejorar, había iniciado a sentirme mejor y sentía la vida inundar por completo mi cuerpo.

Hasta ese día, donde mi alma se volvió a destrozar.


El mundo es muy pequeño Kim TaeHyung, esta tan desgraciadamente pequeño e injusto.


28 de Julio.

Ese maldito día, aquel que jamás voy a olvidar.

Min me había invitado ir a su casa porque su hermano pequeño le presentaría a su prometido, con el cual se casaría dentro de un mes. No quería sentirse incómodo si ellos iniciaban a comportarse cariñosamente y al tenerme podríamos salirnos e ir a caminar o hacer cualquier otra cosa lejos de la pareja.

Ese mismo día me sentía demasiado intranquilo cosa que ignore, pensé que eran los nervios y supuse que era porque todavía no conocía al pequeño de la familia Min.

Que equivocado estaba.

Al entrar a la casa de los Min e ir hacia a la sala y verte sentado a su lado, con sus manos entrelazadas entendí el porque estaba así.

En ese mismo instante sentía que mi vida se me escapaba de las manos, el respirar se me estaba dificultando y que en algún momento mi corazón saldría de su sitio por lo rápido que estaba latiendo.

Cuando nuestras miradas se cruzaron note como te habías tensado e inmediatamente miraste hacia otro lado dejando a la vista aquella marca, la cual demostraba que ustedes ya eran compañeros, ya eras de él.

𝗖𝗮𝗻 𝗪𝗲 𝗠𝗲𝗲𝘁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora