Te engañé con él...
Cielo, mientras vos y yo
estábamos distanciados,
mientras no quedaba claro si seguíamos
juntos o estábamos separados;
mientras no sabíamos hacia donde
íbamos, mientras estábamos varados;
Él me besó,
con esos besos
con los que yo siempre había soñado.
Con esos besos
que comienzan con dudas,
que comienzan despacito,
a un costado.
Que subsionan suavecito, rico y pausado.
Que amaga con morder
pero que nunca han lastimado.
Esos besos deliciosos,
que te dejan con los ojos cerrados
aun después de haber terminado.
El me acarició con su lengua,
y yo la devoré de un bocado.
Fue sublime, fue tierno,
fue suave pero apasionado.
Sentí sus dientes
queriendo llevarse
mí labio inferior empapado.
Su lengua y la mía parecían
hacer el amor,
pero fue delicado.
También hicimos otras cosas,
de esa que se hacen en privado,
y lo sentí tan delicioso,
que casi no sentí culpa
por ser casados.
Esto paso muchas veces,
estando vos alado.
No lo odies, ni lo mires mal
él no sabe que pasó todo esto,
ni se lo ha imaginado.
Él ni siquiera sabe
que yo te engañé con él
sólo con haberlo mirado...
