La última prueba.

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Viernes por la tarde. Las clases habían terminado apenas hace algunas horas. Algunos estudiantes de la clase A de UA estaban en la sala recreativa, viendo tele o jugando videojuegos, otros en la sala de estar, hablando de lo más tranquilos.

Pero pocos estaban encerrados en sus habitaciones, entre ellas una chica de un hermoso cabello negro.

En lugar de hacer los deberes lo más pronto posible para tener tiempo de entrenar o hacer cosas que le guste, estaba acostada boca abajo en su cama, con el rostro enterrado en la almohada. Había intentado con todas sus fuerzas ocultar aquel hecho a sus padres y pedirles a sus amigas; las cuales solían ir a su casa los fines de semana, que no le dijeran nada a su madre, ni por error. Pero parecía que derrotar villanos durante su primer año fue más fácil para ella y sus amigas que esconder su noviazgo.

No hubiera sido necesario esconderle nada a su madre si no fuera porque la conocía, incluso mejor que ella misma. Sabía cómo era su actitud y forma de pensar, y a menos de que su novio fuera Todoroki, con una familia con renombre, era un chico de lo más común y sin gracia para los ojos de su madre "Y de la mayoría que no lo conocía personalmente", "Que, ¿el chico lunático que no pude ni usar su propio quirk?" según palabras de su amada madre.

Sip, ese mero, aquel que se había adueñado de su corazón, casi sin darse cuenta.

Pero eso no importaba ahora. Su madre le exigía ver a su supuesto novio de inmediato.

Sabía que su madre estaba preparando algo, podía apostar que todavía pensaba que Midoriya todavía no controlaba su quirk.

Su mente fue devuelta bruscamente a la realidad al escuchar su teléfono. Con algo de pereza lo tomo. Un mensaje.

¡Hola Momo!

¿Nerviosa?

- Se supone que el nervioso tendías que ser tu...

Ejeje y lo estoy. Como no podría estarlo luego de todo lo que me has dicho

- Apostaría lo que fuera a que está tramando algo.

- Probar tu resistencia o algo así.

¿Quieres que vaya a tu cuarto?

No me gusta cuando estas así de estresada.

Una oferta muy tentadora...

- "Suspiro" -

No me caería mal algo de compañía -

No paso mucho para que tocaran la puerta.

- ¡Entra! -

La puerta se abrió y del otro lado se encontraba un muchacho peliverde, vistiendo una camisa de tirantes y unos shorts, dejando ver múltiples cicatrices en sus brazos.

- Wow - Fue lo primero que pensó al verla.

Además de su pelo alborotado. La nerviosa expresión en su rostro y el hecho de que no paraba de frotar su dedo incide y su pulgar en una clara señal de nerviosismo.

Midoriya entro a su habitación, cerrando la puerta tras de él y se sentó junto a ella, colocando su mano sobre la suya.

- ¿Que sucede Momo-chan?, sé que piensas que va a ser duro, y no lo dudo, pero te preocupas demasiado -

- Lo sé, lo sé... Pero no puedo evitarlo. ¡Conozco a mi madre! Ella y su estúpida forma de pensar - Dijo sujetando con fuerza la mano de su amado - Te odia, y te odiara más porque ella esperaba que me quedara con Todoroki-kun y asegurar mi futuro -

La última prueba (Boku no hero)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora