mañana de julio.

5.5K 8 1
                                    

Elena y Julia estaban dormidas abrazadas, juntas en una misma cama de una sola plaza, se habían conocido ese mismo verano y sentían que habían vivido muchas cosas buenas juntas. Ir a tomar, jugar al boowling juntas, fumar, playa, un rapidín ebrias ambas en un bar barato escondido en el pueblo donde vivían, lo típico.

Me desperté y Vi a Julia aún dormida, está mina es tan linda y perfecta, sus rasgos tan... Sexis y lindos que tiene me encantan. No, no estoy enamorada de ella, solo sé que es atracción y buena amistad. Supongo, ambas estábamos totalmente desnudas, anoche habíamos llegado a las cinco y estábamos totalmente cansadas e inconscientes al parecer nos quitamos la ropa y nos acostamos. Rendidas.
Realmente tiene un cuerpo que me encanta, sus pechos, su cuello, sus lunares, es totalmente perfecta. ¿Saben que me encanta? Sus gemidos.
Empecé a acariciarla lentamente comenzando de su nuca y por su espalda yendo poco a poco a su atributo más bueno que es su culo, es tan suave y manejable que totalmente me encanta, la empiezo a besar cuando veo como se va despertando poco a poco, sabe mis intenciones y no veo que le moleste para nada, me responde el beso y sigo con lo que había empezado, solo que cambiando el rumbo.
Sus pezones estaban tan duros que me encantaba pasar la lengua y sentirlos, sus relieves pequeños que tenía en ese color tan tierno que tenía,  mi mano cayó rendida totalmente hacia su vagina, viendo como ella estaba tan lubricada, su clítoris tan duro, se retorcía con tan apenas tocarla. Mis besos bajaban poco a poco por sus pechos, estómago y terminando donde debería haber estado desde un comienzo, siento como se empieza a calentar, y sus gemidos empiezan a salir cada vez más sin control. Mis dedos entran por su vagina, primero con uno, dos, tres y por último cuatro, no sé si es por el hecho de que estaba tan húmeda o es porque tengo los dedos finos.
-ven arriba- me agarra de la cara subiendo a ella y obedezco con placer, me lleva hacia encima de su boca e empieza a lamer, sentir como su lengua pasaba por mi clítoris, me vagina era algo que totalmente me volvía loca. Me tira boca arriba y empieza a chupar con más frecuencia y más rápido, sus dedos me volvían loca, era lo que buscaba. Me puso en cuatro y empezó a chupar nuevamente, mis gemidos no paraban y sentia como iba a llegar dentro de nada, sentía como sus dedos me daban tan fuerte sin freno y era lo más, sin previo aviso llegué con tan gemido y un buen saque de parte de ella, sabía que ella no había llegado y me tocaba a mí nuevamente. 

Luego de su sesión mañanera Elena  se va a bañar y Julia está preparando el café para ambas, cuando tocan la puerta. Un cartero llegó con un paquete tamaño mediano, firma y entra, lo abre rápidamente y ve que es un vibrador. Pensando cómo será el próximo encuentro con su amiga. Si es que lo hay.
(Claramente lo habrá).

Relatos Eroticos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora